Dentro de su ruta de encuentros con los presidentes autonómicos de España, João Mira Gomes (Lisboa, 1959), embajador de Portugal en España, aterriza en Castilla y León para mantener un encuentro con Alfonso Fernández Mañueco del que sale una hoja de ruta común basada en la apuesta por las infraestructuras para “crear las condiciones para traer más gente a los territorios transfronterizos que pierden población” y peticiones a la Junta para que se complete la conexión de Rihonor con Puebla de Sanabria y al Gobierno de España para la electrificación de la línea de alta velocidad entre Salamanca y la frontera. Todo ello con el objetivo de “mejorar la calidad de vida de la población” porque, pese a las diferencias ideológicas, y como remarca Mira Gomes a Ical, “las relaciones siempre son buenas, independientemente del color político que hay en Lisboa y Madrid, o en las capitales de las comunidades autónomas españolas”.
Continúa con su ruta por las comunidades autónomas tras las recientes visitas a Aragón y Extremadura. ¿Qué mensaje trae a Castilla y León?
Esta visita comenzó este fin de semana en Numancia, en Soria. Jamás había estado allí y es un lugar único en el mundo, no solamente por lo que representa, los valores de la resistencia numantina, sino por ser un lugar muy interesante de encuentro entre los lusitanos y los hispanos, a través de nuestras abuelos celtíberos. Por eso empecé allí la semana en Castilla y León, en la parte oriental. Ahora estoy en Valladolid y después iré a Zamora para tener encuentros allí. Es muy importante visitar las comunidades autónomas, no solo las transfronterizas, porque tenemos una gran oportunidad delante de nosotros en términos de cooperación entre Portugal y España, transfronteriza y en general. Esa gran oportunidad es la que nos conceden los Planes de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea. Ahí tenemos la posibilidad de que los dos países de la Península Ibérica puedan marcar más la agenda europea. Tenemos un buen ejemplo de eso: la excepción ibérica, aunque es mejor hablar de solución ibérica que de excepción, sobre el tope del precio de la electricidad. Demostramos que era posible tener una iniciativa conjunta en la Unión Europea que ha beneficiado muchísimo a las poblaciones y las empresas de los dos países. Por eso creo que hay que seguir trabajando en ese sentido. Pero también con las comunidades autónomas, porque hay temas muy importantes para las comunidades autónomas y Portugal.
En el caso de Castilla y León, ¿cuáles son esos temas comunes que comparten ambos territorios?
El desarrollo de la región de la frontera para combatir la despoblación con las estrategias que estamos desarrollando en común. Podemos hablar de lengua, de cultura, de educación… Pero cuando hablamos de cooperación transfronteriza, tenemos que hablar sobre todo de la gente, ver cuáles son las políticas que podemos acordar y desarrollar en conjunto para mejorar la calidad de vida de la población. Todos esos temas son importantes para hablar directamente con las comunidades autónomas y, en este caso, en Castilla y León, tuve la posibilidad de estar con el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, aunque no es la primera vez que me reúno con él, y también tuvimos la oportunidad de tener una reunión separada con la consejera de Educación. Y, sobre todo, tenemos una hoja de ruta para seguir trabajando, que es lo más importante. Tuvimos un pequeño parón por el Covid, que nos creó un problema en la cooperación que teníamos antes, seguimos trabajando y cooperando, pero tenemos aquí la oportunidad de dar un impulso político que es muy importante.
¿Qué grandes proyectos, dentro de esa hoja de ruta, le ha planteado el presidente de la Junta y cuáles son prioritarios para Portugal, en su relación con Castilla y León?
Hay proyectos estructurales para Portugal y Castilla y León. Uno de ellos tiene que ver con el arco del Atlántico. Es un corredor que va desde el Atlántico para llegar a Francia y, antes, pasar por distintas regiones de España. Para nosotros hay un corredor estratégico que es el que viene a Salamanca en ferrocarril desde el puerto de Aveiro. Por eso, nos gustaría mejorar y modernizar la línea de ferrocarril entre Aveiro y Salamanca. Es una de nuestras prioridades, como lo es la alta velocidad desde Lisboa a Oporto y desde allí a Vigo, pero la otra gran prioridad, igualmente importante, es la conexión Aveiro-Salamanca. Para eso necesitamos, además de hacer nosotros nuestra parte del trabajo, que desde aquí, desde el otro lado de la frontera, se complete la electrificación para que la línea de velocidad elevada llegue a la frontera desde Salamanca.
Y, ¿en el ámbito de las carreteras?
En infraestructuras rodoviarias, hay una muy importante, la conexión entre Braganza y Zamora, donde tenemos autopista hasta la frontera, hasta Quintanilla, pero desde ahí a Zamora no hay autopista, y es una ruta que tiene mucho movimiento. También tenemos otra conexión importante entre Braganza y Puebla de Sanabria que está en nuestras prioridades y las de Castilla y León, porque si queremos desarrollar las regiones transfronterizas, lo primero que tenemos que mejorar es la accesibilidad en ferrocarril y coche. Porque para desarrollar esas regiones, necesitamos crear más actividad y tiene que ver con dos temas muy importantes: la Estrategia Transfronteriza de Turismo Sostenible entre Portugal y España, que firmamos en la última cumbre y estamos ahora poniendo en marcha, y tener una agenda cultural compartida transfronteriza entre Portugal y España. Si tenemos la cuestión de las infraestructuras, actividad económica, turística y cultural, si tenemos las cuestiones de la enseñanza, estamos creando las condiciones para traer más gente a esos territorios que, en definitiva, son territorios que pierden población. Y es la estrategia que tenemos que seguir desarrollando y fue una parte importante de la conversación con el presidente Alfonso Fernández Mañueco, aunque también hablamos de la energía sostenible, los corredores del hidrógeno para el futuro… Al ser todo eso importante, fue una conversación muy interesante no solo porque ya nos conocemos, sino para afianzar esta hoja de ruta para el futuro, lo que tenemos que hacer en conjunto.
¿Es precisamente el Corredor Atlántico la solución a la despoblación que tanto afecta a ambos lados de la Raya?
Para nosotros el Corredor Atlántico es muy importante porque nos va a dar acceso a España desde Salamanca, a través de Medina del Campo, para luego ir a Madrid o Burgos, y nos da también acceso a Francia, para nosotros lo más importante. Hay miles de camiones portugueses todos los días atravesando las carreteras de España para ir a Francia. Si tenemos ferrocarril de mercancías desde Portugal a Francia, podemos ahorrar muchísimo en tráfico de camiones y en emisiones al medio ambiente. Por eso, tener este Corredor es muy importante. No solo hablamos con Castilla y León, también con Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco, porque tenemos una oportunidad para dar un impulso y tener a nuestros amigos franceses con nosotros. Normalmente se dice que necesitamos de dos para bailar, pero aquí necesitamos de tres, porque si no el baile no está muy equilibrado. Tienen que estar con la misma música y el mismo ritmo que nosotros.
¿Es necesario, por ello, ampliar la posición común de Portugal y España en otras cuestiones, dentro de la Unión Europea, a más países del arco atlántico como Francia?
El arco atlántico no es solo Francia. También es Irlanda, que tiene los mismos intereses centrados en el Atlántico, la parte sur del Reino Unido aunque no esté en la Unión Europea, Bélgica, Holanda… Por eso creo que Portugal y España tenemos que ser los motores del arco atlántico, conjuntamente con Francia. Ahora la Presidencia del Arco Atlántico es del lehendakari del País Vasco, en la del Comité de las Regiones de la UE está un portugués, y España va a ostentar la Presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre de este año. Es el momento y la oportunidad, porque si no somos nosotros los que promocionemos el Atlántico, nadie más lo va a hacer.
¿Se debe aprovechar ese momento también para avanzar en infraestructuras que ya ha mencionado como la Variante de Rihonor? ¿Cómo están, en ese sentido, las conversaciones con la parte española?
Estamos en la fase de estudio de esa carretera de Braganza hasta la frontera por Rihonor, y hablé con el presidente de la Junta sobre la conexión de Rihonor de Castilla con Puebla de Sanabria. Es muy interesante, porque Rihonor es el único pueblo comunitario que todavía existe entre Portugal y España y estamos ahí desarrollando un proyecto de turismo cultural transfronterizo, la ruta de los molinos y los lameiros, por los molinos de agua a ambos lados de la frontera. Ya está desarrollada la ruta en la parte de Portugal, con señalética y todo, y ahora tenemos que hacer lo mismo del lado español. Porque estos proyectos son fundamentales para estos territorios despoblados. Tenemos que crear aquí actividad económica y, ya el año pasado, organizamos allí la presentación del Hay Festival, un acontecimiento literario muy importante que se organiza en Segovia en el mes de septiembre, para que la gente vea el potencial de estos territorios. Creo que esa conexión, la carretera de Braganza con Puebla de Sanabria, es fundamental, porque además Puebla cuenta con una estación de AVE y para todo este territorio es muy importante esa conexión.
En varios de los proyectos que ha mencionado, el trabajo del Gobierno portugués ya está ejecutado o en proceso, mientras que falta la parte española. ¿Echan en falta más voluntad política del Gobierno de España y de la Junta para completar esa serie de infraestructuras?
No sé si es una cuestión de voluntad política o de presupuesto, porque las dos van de la mano. Pero sí, lo que el presidente Alfonso Fernández Mañueco me ha dicho es que la carretera hasta Puebla de Sanabria es una prioridad también para Castilla y León, y es una competencia de la Comunidad, como la Variante de Rihonor es una competencia nacional. Pero tenemos que seguir trabajando juntos para mejorar esa conectividad.
Otra de las cuestiones clave en la relación de España y Portugal, que afecta a Castilla y León, es el Convenio de Albufeira, como se vio el verano pasado. ¿Qué estrategias se plantean con el Gobierno de España ante las situaciones de sequía que aparecen en el horizonte? ¿Hay posibilidad de mejorar y actualizar ese convenio?
El Convenio de Albufeira va bien porque acordamos, hace dos cumbres, en noviembre de 2022, mejorar el convenio y hacerlo creando un Secretariado Permanente para el Convenio de Albufeira, con el que tenga un cuerpo técnico permanente con el que trabajar. Después, también debemos trabajar en las cuestiones técnicas del agua, no solo para tener mejor información sobre las cantidades de agua y su aprovechamiento, sino sobre la calidad del agua. Y trabajamos en un acuerdo para tener más estabilidad en los trasvases entre Portugal y España, porque el Convenio tiene mecanismos, pero ante años de sequía como el pasado, no se puede cumplir la cantidad de trasvase entre España y Portugal. Lo entendemos perfectamente pero tenemos que seguir trabajando para crear esta estructura técnica para mejorar la información en la gestión y la utilización del agua. No obstante, lo que hacemos en conjunto en el Convenio de Albufeira es un ejemplo para los demás países de la Unión Europea, sobre cómo gestionar de manera conjunta algo que es tan importante para los dos países como el agua.
Acaba de completar su reunión con el presidente de la Junta, que es de una formación política ideológicamente diferente a la del Gobierno de Portugal y que, además, comparte gobierno con un partido diametralmente opuesto al del Ejecutivo portugués, como Vox. ¿Influye en las relaciones?
Hay algo que es fantástico entre Portugal y España: las relaciones siempre son buenas independientemente del color político que hay en Lisboa y Madrid, o entre Lisboa y las capitales de las comunidades autónomas españolas. Hacemos la distinción de lo que es política interior de la cooperación entre los dos países. El interés de los dos países en conjunto y de la población de los dos países siempre está por encima de las cuestiones partidarias.