Rodrigo Alonso (Almería) es el secretario general de Solidaridad, el sindicato creado hace unos años afín a Vox y que nació con la idea de conquistar el terreno de los gigantes de los trabajadores en España. Castilla y León es una de las regiones donde más tarde empezaron a trabajar, apenas llevan dos años de actividad y la implantación está llevando su tiempo. Aun así, según los datos que ofrecen, Solidaridad está presente en casi 50 empresas de sectores tan importantes como el cárnico o la automoción. Eso sí, Alonso reconoce que los sindicatos mayoritarios “cada vez que se enteran de que están preparando una lista, empiezan la pillería, las trampas, las amenazas y las coacciones” para no lograr que se presentan.
Este jueves 25 de mayo visita Valladolid para reunirse durante la mañana con el grupo parlamentario Vox y con el consejero de Empleo, Mariano Veganzones, ya que tiene la intención de presentar una Proposición no de ley en las Cortes de Castilla y León, propuesta por Solidaridad. Una PNL para intentar acabar con los “delegados sindicales fantasma” que tienen UGT y CCOO por toda España. “Es importante que el gobierno de Castilla y León sea valiente y resuelva esta situación que beneficia a los sindicatos mayoritarios frente al resto, ya que estos delegados que ya no ejercen como tales, cuentan a la hora de repartir subvenciones y de medir la representatividad”, asegura.
De esta manera, El ESPAÑOL Noticias de Castilla y León entrevista al líder sindical que no duda en pone de ejemplo las políticas de empleo y de reducción de subvenciones que el gobierno de la Junta, a través de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo están realizando en el último año: “Han puesto en marcha nuevas estrategias orientadas al trabajo, a las familias y a los jóvenes, algo que consideramos que era muy necesario”, asegura.
Pregunta. ¿Qué le trae por Valladolid?
Respuesta. Venimos a apoyar la presentación de una PNL propuesta por Solidaridad al GP de VOX en las Cortes de Castilla y León. Una PNL que nos parece muy necesaria ante la situación de las decenas de miles de delegados sindicales fantasma que tienen UGT y CCOO por toda España. Es importante que el gobierno de Castilla y León sea valiente y resuelva esta situación que beneficia a los sindicatos mayoritarios frente al resto, ya que estos delegados que ya no ejercen como tales, cuentan a la hora de repartir subvenciones y de medir la representatividad.
P.- Muchos quizás no conozcan esta figura. ¿En qué consiste y por qué su eliminación?
R.- El duopolio sindical estaría accediendo a subvenciones públicas que no le corresponderían, debido a que un enorme número (entre 30-80.000) de representantes de trabajadores permanecen inscritos en el registro oficial del Ministerio de Trabajo y Economía Social como delegados de personal o miembros de comités de empresa aún cuando la propia empresa se ha extinguido. Representantes de los trabajadores de una empresa que cierra se mantienen inscritos en el registro oficial del Ministerio de Empleo como delegados de personal o miembros de comité de empresa y solo dejan de serlo cuando se cumplen cuatro años desde el último proceso electoral sindical de la empresa desaparecida. Supone un fraude esta situación y nos alegra que desde VOX se impulse esta medida para contabilizar el número real.
P.- ¿Qué le parece la política en materia de empleo que estaba llevando a cabo la Consejería liderada por Vox en Castilla y León?
R.- Lo que vemos es que el paro baja cada vez más convirtiendo Castilla y León en la tercera región con menor número de parados, por lo que valoramos que las cosas se están haciendo bien por parte del nuevo gobierno. VOX ha puesto en práctica nuevas estrategias políticas, eliminando toda la ideología de la Agenda 2030 y eliminando subvenciones a los sindicatos. Han puesto en marcha nuevas estrategias orientadas al trabajo, a las familias y a los jóvenes, algo que consideramos que era muy necesario.
"VOX ha puesto en práctica nuevas estrategias políticas, eliminando toda la ideología de la Agenda 2030 y eliminando subvenciones a los sindicatos"
P.- ¿Tiene constancia de la polémica con el Serla?
R.- No tiene ningún sentido que se financie con fondos públicos una organización privada para que se dupliquen actividades que ya se desarrollan desde la Junta, que además cumple con mayor efectividad en los casos de conciliación, lo que habla de la profesionalidad de nuestros trabajadores públicos.
Sobre el Serla: "No tiene ningún sentido que se financie con fondos públicos una organización privada para que se dupliquen actividades que ya se desarrollan desde la Junta"
P.- CCOO y UGT han realizado despidos y culpan de ello a que la Junta le ha quitado la subvención. ¿Qué le parece?
R.- Hemos escuchado a CCOO y UGT defendiendo que no vivían de las subvenciones públicas, que solo representaban una parte muy pequeña de sus ingresos. Ha bastado recortarles el 50% de las subvenciones para que al año estén realizando despidos. Y aunque desde luego no nos alegramos de los despidos, la reducción de subvenciones es el camino que debe seguirse en toda España. Los sindicatos, la CEOE y los partidos deben financiarse con sus propios recursos.
P.- Pero eso es romper el Diálogo Social.
R.- ¿Qué Diálogo Social? ¿Un Diálogo Social ultrasubvencionado? No se puede romper lo que no existe. El Dialogo Social en España es una farsa. Cuando participan sindicatos que no representan a los trabajadores, una patronal que no representa a las empresas y un Gobierno que no mira por los intereses de los españoles, es imposible que salga algo productivo. Han convertido el Dialogo Social en un teatro donde unos buscan paz social, otros subvenciones y otros beneficios para unos pocos. El Diálogo Social hay que abrirlo a nuevos sindicatos y asociaciones de empresarios y autónomos.
"El Diálogo Social es una farsa, hay que abrirlo a nuevos sindicatos y asociaciones de empresarios y autónomos"
P.- ¿Cree que se podría llevar a cabo en otras comunidades después de estas próximas elecciones?
R.- Eso pedimos, una reducción drástica del gasto político desde todas las instituciones.
P.- ¿Y a nivel nacional?
R.- Lo mismo.
P.- Háganos la radiografía de la situación en Castilla y León. ¿Cuántas empresas tiene representación Solidaridad?
R.- Castilla y León es una de las regiones donde más tarde hemos empezado a trabajar, apenas llevamos dos años de actividad y la implantación territorial lleva tiempo. Aun así, Solidaridad está presente en casi 50 empresas de sectores tan importantes como el cárnico o la automoción. Esta región ha sufrido durante años un proceso de desindustrialización y deslocalización de empresas que ha provocado que muchos jóvenes hayan tenido que abandonar su tierra, y esto ha sido con la complicidad de los sindicatos de siempre. Por eso seguramente, notamos cuando trabajamos en esta región que hay muchas ganas de que Solidaridad crezca.
P.- ¿Cuántos afiliados tiene en Castilla y León?
R.- A diferencia de CCOO y UGT tenemos los suficientes como para mantener nuestra estructura. Sabemos que en números estamos lejos de ellos pero desde luego a largo plazo, cuando tu estructura se mantiene de las cuotas de tus afiliados, es un proyecto más estable.
P.- ¿Cuesta entrar? ¿Hay miedo entre los trabajadores a decir que ellos quieren que les represente Solidaridad?
R.- UGT y CCOO no estaban acostumbrados a tener una alternativa y habían convertido los comités de empresas en sus cortijos. Cuando se han dado cuenta que cada vez que Solidaridad se presenta saca un porcentaje importante de representación, superándoles en la mayoría de ocasiones han puesto su maquinaria en marcha. Cada vez que se enteran de que se está preparando una lista de Solidaridad, empiezan la pillería, las trampas, las amenazas y las coacciones. Van con todo para mantener sus sillones. Pero no les tenemos ningún miedo.
P.- ¿Qué puede aportar Solidaridad a los trabajadores de Castilla y León?
R.- Cuando hablan CCOO Y UGT, vemos como sus preocupaciones son el lenguaje de género, tener los mismos jefes que jefas, los puntos violetas que no sirven para nada, planes de igualdad que solo son burocracia y un sinfín de cosas, en su mayoría tonterías, que no preocupan a los trabajadores.
Nosotros aportamos sentido común y realidad. Hablamos de lo que se habla en la calle, de la preocupación por reindustrializar España, de la creación de oportunidades para que los jóvenes no tengan que irse, de la competencia desleal que sufre nuestro sector primario y nuestra industria, de la falta de conciliación, de los impuestos, en definitiva, ellos son un ariete para imponer su ideología en los centros de trabajo y nosotros intentamos analizar y señalar los problemas que sufren los trabajadores.
"UGT y CCOO no estaban acostumbrados a tener una alternativa y habían convertido los comités de empresas en sus cortijos"
P.- Con la situación que están viviendo las familias españolas, ¿por qué los sindicatos no salen a la calle?
R.- Todo el mundo sabe que son sindicatos ideológicos al servicio de la izquierda y que siempre han utilizado las protestas para presionar a la derecha. No es nada nuevo. Llevan años engañando y utilizando a los trabajadores, pero les queda poco.
P.- ¿Están esperando a que gobierne el bloque de derechas?
R.- El propio Pepe Álvarez lo ha dicho en una entrevista, ahora no hay motivos políticos para salir a la calle, lo harán cuando los haya.
P.- Los sindicatos mayoritarios echan la culpa y amenazan a los empresarios. ¿Qué le parece?
R.- Son sindicatos que nacen de la lucha de clases, para ellos el empresario es un explotador y el trabajador un oprimido. Para ellos, todos los problemas de los trabajadores son culpa de los empresarios porque no quieren pagar más o dar mejores condiciones laborales. Y esto, aunque en algunos casos puede pasar, es mentira, lo que ocurre en España que nuestra industria no puede competir con el producto chino o indio, que nuestro campo no puede competir con Marruecos o Egipto, que el modelo laboral no permite conciliar, que nuestro Gobierno derriba centrales eléctricas y presas en medio de la mayor crisis energética aumentado así los costes de producción y que ante la precariedad sus soluciones son traer inmigrantes para que trabajen como esclavos. En definitiva, España debe recuperar su soberanía para poder defender a sus trabajadores y esto unos sindicatos que no creen en España no pueden defenderlo.
"España debe recuperar su soberanía para poder defender a sus trabajadores y esto unos sindicatos que no creen en España no pueden defenderlo"
P.- ¿Es cierto que los españoles no quieren trabajar y es la mano inmigrante la que lo tiene que hacer?
R.- Sí, es una realidad, cuantos más trabajadores buscando empleo más fácil es que se hundan las condiciones laborales. Es oferta y demanda. Y cuando además los trabajadores que llegan vienen en situaciones difíciles pues más fácil es que sean explotados. Y esto lo reconocen todos, los sindicatos, la patronal y el Gobierno. Pepe Álvarez, Garamendi y Escrivá lo han dicho muy claro, si los españoles no quieren aceptar las condiciones laborales que se ofrecen, traemos inmigrantes para que trabajen. Es decir, o aceptas la precariedad u otro lo hará por ti. Esto es profundamente racista, clasista y tremendamente injusto con los españoles.
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