La hegemonía del nacionalismo vasco en su feudo de Castilla y León: siglos de disputas por un enclave
En los dos municipios del enclave de Treviño se han impuesto en las elecciones del 28M, con más de un 70% de los votos, partidos favorables a su integración en Álava
3 junio, 2023 07:00Noticias relacionadas
El viajero que llega al enclave de Treviño, situado territorialmente en el sur de la provincia de Álava pero que pertenece oficialmente a la de Burgos, observará algunas peculiaridades que no le dejarán indiferente, al tratarse de un territorio de Castilla y León: la cartelería municipal está escrita en euskera y un amplio porcentaje de su población habla la lengua del País Vasco. Este enclave ha sido objeto de fuertes polémicas y controversias, especialmente desde mediados del siglo XX, entre los que abogan por su permanencia en la Comunidad y los que solicitan su inclusión en territorio vasco.
Los resultados de las elecciones municipales del pasado 28 de mayo en los dos municipios que componen el enclave, La Puebla de Arganzón y Condado de Treviño, no dejan lugar a dudas de cual es la voluntad mayoritaria de los habitantes de ese territorio y atestiguan que una amplia mayoría de ellos no se siente cómoda con su pertenencia a Castilla y León. En ambas localidades se han impuesto con mayorías absolutas formaciones partidarias de la integración del enclave en Álava y los partidos partidarios de su permanencia en la Comunidad han obtenido resultados modestos.
Treviño: la victoria de los independientes provascos
En el caso del Condado de Treviño, los partidos favorables a la incorporación al País Vasco han sumado en los últimos comicios municipales más de un 70% de los votos, una arrolladora mayoría que demuestra la incomodidad de sus habitantes con la situación actual. La formación independiente provasca 'Treviño día a día' ha sido la vencedora en las elecciones, logrando un 27,6% de los votos y tres concejales, seguida de Agrupación Independiente del Condado de Treviño, también favorable a la incorporación a Álava, con un 17% de los votos y dos concajales.
La única formación partidaria de la permanencia del municipio y del enclave en Castilla y León que ha obtenido representación en los comicios locales ha sido el Partido Popular, que con un 14,16% de los sufragios ha logrado dos ediles en el Consistorio. Le siguen los dos partidos hegemónicos del nacionalismo vasco: el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Euskal Herria Bildu. En el caso del partido jeltzale ha obtenido casi un 14% de los apoyos y un concejal, mientras que la formación abertzale se ha hecho con un 13,7% de los sufragios y un representante.
La Puebla de Arganzón: el PNV consigue mayoría absoluta
En la Puebla de Arganzón, el PNV, encabezado por su candidato Ángel Niño, ha conseguido la mayoría absoluta y las dos únicas formaciones que han logrado representación en el Ayuntamiento han sido el partido jeltzale y EH Bildu, ya que el único partido no nacionalista que tenía representación, el PP, ha perdido su edil en los comicios municipales del pasado domingo.
En concreto, el PNV ha logrado un 43,4% de los sufragios y cuatro concejales frente al 32,6% y los tres ediles de EH Bildu. Los populares, con un 8,76% se han quedado lejos de obtener representación y PSOE y Vox no han llegado siquiera al 7% de los apoyos. Los partidos nacionalistas vascos, por tanto, han aglutinado más de un 75% de los votos en esta localidad que durante la última legislatura estuvo gobernada por Pablo Ortiz, de EH Bildu.
Pero esta situación no es nueva. Los partidos favorables a una incorporación del enclave de Treviño al País Vasco han obtenido una amplia mayoría de los votos en las últimas citas electorales, mostrando la voluntad de gran parte de la población de un enclave que se sitúa a solo 20 kilómetros de Vitoria mientras que tiene a una distancia de casi 100 kilómetros a su capital provincial, Burgos. El vínculo, por tanto, con la provincia de Álava es evidente.
El tradicional abstencionismo en las autonómicas
El sentimiento identitario vasco de gran parte de los habitantes del enclave se contrapone con el fuerte sentimiento desarraigo con respecto a la región de la que forma parte oficialmente: Castilla y León y las cifras de participación y abstencionismo de las elecciones autonómicas del 13 de febrero de 2022 son ilustrativas de esta realidad.
En aquellos comicios, la abstención en el municipio de Condado de Treviño fue del 64,11%, la mayor de los últimos tiempos, aunque la tendencia de los ciudadanos del municipio a no depositar la papeleta en la urna autonómica es habitual. Con todo, la abstención aumentó notablemente en esta ocasión, en relación al 41,13% de 2019 –un total de 23 puntos más– ya que se trataba de la primera ocasión en que las elecciones autonómicas tenían lugar por separado de las municipales.
En la Puebla de Arganzón, la abstención el 13F alcanzó un 59,59% y solo fueron a las urnas poco más del 40% de los habitantes del municipio. En este caso, el aumento de la abstención con respecto a las anteriores elecciones autonómicas fue aún mayor ya que en 2019, cuando las autonómicas coincidieron con las municipales, en las que los ciudadanos del pueblo pueden votar a partidos provascos, se quedaron en casa un 33,60% de los ciudadanos. Un aumento, por tanto, de 26 puntos.
Una historia de disputas entre Castilla y Álava
El origen histórico del enclave se sitúa en la Edad Media, cuando, en el año 1190, La Puebla de Arganzón recibió un fuero del rey Alfonso VIII de Castilla. En el enclave se configuró un señorío de la corona que quedó en manos de nobles castellanos y comenzó a vivir un recorrido histórico alejado del resto del territorio de Álava. En el siglo XVII tuvieron lugar los primeros intentos por parte de las instituciones de Treviño para formar parte de las Juntas Generales de Álava pero no llegarían a buen puerto y, finalmente, la división provincial del ministro Javier de Burgos, en el año 1833, consagraría de forma oficial la situación, quedando el enclave en la recién creada provincia de Burgos.
Entre 1917 y 1919 la Cámara de Comercio de Álava trató de que Treviño se incluyera en el proyecto de Estatuto Vasco impulsado por el conde de Romanones, pero su caída en desgracia dejaría el proyecto en papel mojado. En mayo de 1936, dos meses antes del comienzo de la Guerra Civil Española, La Puebla de Arganzón pidió formalmente su ingreso en Álava pero este intento también fracasaría. Iniciada la dictadura franquista, en 1940, el Gobierno civil de Burgos impulsó un referéndum en el que el 98% de la población de Treviño se mostró partidaria de incorporarse a la provincia alavesa pero las autoridades no lo consideraron una actuación legal y la situación quedó como estaba.
Tras la muerte del dictador Francisco Franco, se inició el periodo preautonómico en España y se propició la redacción de los Estatutos de Autonomía de País Vasco y Castilla y León, que abriría de nuevo la polémica. Los ayuntamientos de los dos municipios del enclave aprovecharon la aprobación del Estatuto del País Vasco, en 1980, y la ausencia aún de un Estatuto de Castilla y León, que no llegaría hasta 1983, para intentar su incorporación a Álava.
Pero las peticiones no surtirían ningún efecto ya que el Gobierno de España se mostró contrario a tramitar cualquier modificación legal que afectase al enclave mientras que no estuviese aprobado el Estatuto de la Comunidad. El Gobierno vasco llegó a presentar un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional en el año 1985 que sería rechazado al año siguiente y, por tanto, Treviño formó parte de la nueva comunidad de Castilla y León.
Más de una década después, en marzo de 1998, el Ayuntamiento del Condado de Treviño impulsó una consulta en el municipio sobre la celebración de un referéndum sobre de la posible incorporación a Álava. La Administración General del Estado presentó recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), se estimó, y en julio de 1999 se anularon los acuerdos municipales que habían conducido a una consulta en la que la mayoría de los habitantes, un 68%, se había mostrado favorable a la celebración de ese referéndum.
El último intento hasta la fecha llegó en marzo de 2013, cuando el pleno del Ayuntamiento del Condado de Treviño pidió la anexión a Álava, una petición a la que se opondría la Diputación Provincial de Burgos tres meses después. Los dos municipios del enclave presentaron, además, en mayo, una propuesta ante el Parlamento Vasco con el objetivo de impulsar una Ley Orgánica ante el Congreso para promover la integración de los dos municipios a la provincia de Álava.
La Proposición de Ley fue aprobada el 6 de febrero de 2014 y después remitida a las Cortes Generales, aunque no fue aprobada ante el rechazo de PP y PSOE, que tenían una amplia mayoría en el Congreso de los Diputados. Por ahora, el enclave de Treviño sigue perteneciendo a Castilla y León después de siglos de disputas a pesar de la oposición de sus ciudadanos, ratificada elección tras elección.