El presidente autonómico de CSIF Castilla y León, Benjamín Castro, ha denunciado lo que consideran "las consecuencias negativas" que está teniendo el convenio laboral de la Junta de Castilla y León para los trabajadores. CSIF, que no firmó el convenio debido a preocupaciones sobre inseguridad jurídica, lamenta que las predicciones sobre sus impactos se estén cumpliendo.
Benjamín Castro ha recordado la suspensión de una reunión de la mesa de negociación del convenio, convocada para el pasado martes, como un ejemplo de la falta de claridad y organización por parte de la Junta. Para el presidente de CSIF Castilla y León es "incomprensible que la Junta no haya sido capaz ni de iniciar la reunión", cuando está "obligada a convocar de nuevo una mesa de negociación, por no estar seguro ni de quién tiene que formar parte de esa mesa", critica.
El presidente de CSIF Castilla y León destaca que la decisión de no firmar el convenio ha sido acertada, ya que considera que no mejora las condiciones laborales de los aproximadamente 16.000 trabajadores públicos afectados, incluyendo alrededor de 1.300 en Palencia. Para Castro, "lo más grave e inesperado ha sido la poca ayuda y comprensión" con la que su sindicato se ha encontrado en la negociación de este convenio con el resto de organizaciones sindicales. Cree que todas ellas han sido "serviles y conformistas con las propuestas de la Junta".
En Palencia, la responsable de CSIF en la negociación del convenio, Mar Carrascal, destaca la jornada celebrada en la Delegación Territorial de Cultura de Palencia bajo el título "El nuevo colectivo de la Junta de Castilla y León: la gran oportunidad perdida". Carrascal señala que, amparada en el nuevo marco jurídico que ofrece el convenio, la Junta ya ha despedido a más de 35 trabajadores de los centros de menores el pasado 5 de noviembre, y advierte que podría haber más despidos.
El convenio, según Carrascal, no garantiza la jubilación parcial, y la Junta tiene previsto rebajar la titulación en 18 categorías. "Pensábamos que el personal laboral iba a recuperar parte del poder adquisitivo perdido en los últimos años con el convenio. Era la esperanza, pero todo ha caído como un cubo de agua helada que nos han echado por encima", comenta Carrascal, añadiendo que los trabajadores ya habían expresado su oposición al convenio mediante protestas en las calles.