¿Qué hacías tú el día que asesinaron a Isabel Carrasco? Es una de esas preguntas que todo castellano y leonés, en especial este último, mantiene en su memoria. Fue en la tarde de un 12 de mayo de 2014 cuando toda la Comunidad quedó paralizada por el asesinato de la mujer con más poder de este territorio. Tan aplaudida como temida, diez años después el experimentado periodista Javier Calvo Montero, curtido en mil batallas, publica ‘Yo, Isabel’, toda una declaración de intenciones de lo que era la mujer que llegó a acaparar 13 cargos con sueldos en administraciones y empresas, ganado más de 150.000 euros al año. Y que tuvo un final “escrito por ella misma”.

El libro se encuentra en preventa en la web de Eola Ediciones y a partir del 15 de marzo en librerías. Y todo apunta a que va a ser un éxito porque ha creado mucha expectación en León y en el resto de las provincias. 334 páginas donde el autor narra experiencias personales como profesional de la información, pero también habla con diferentes personajes de la sociedad leonesa que vivieron y padecieron a Carrasco en primera persona. En su caso, saca pecho al hablar que Leonoticias, medio del que era director, nunca logró controlar. Primero por indiferencia hacia lo digital, "pensaba que no valía para nada", y segundo, "porque nunca nos plegamos a sus advertencias". La publicación del famoso 'caso del kilometraje', donde cobró irregularmente el kilometraje cuando se desplazaba a Caja España, entidad de la que era consejera, fue su casus belli particular. Una disputa que Calvo logró ganar en el Constitucional.

“Carrasco no tuvo compasión alguna, nunca perdonó a sus enemigos, jamás tuvo sentimientos en el escenario político y siempre impuso su ley más allá de la propia ley”, asegura el autor. Ahora, una década después narra con mínimos tintes novelados, todo lo vivido para conocer el otro lado de la tragedia, no se ciñe al cruel asesinato perpetrado por Triana y su madre en un puente de León, sino que muestra las claves para conocer a la que fue la mujer más temida de Castilla y León mostrando los trazos perdidos en aquel crimen, la intrahistoria de un personaje único, que según el autor “todavía sigue presente”. Es el momento de refrescar la memoria de la que fuera consejera de Economía y Hacienda, presidenta del PP de León, presidenta de la Diputación de León, procuradora en Cortes, senadora, concejala del Ayuntamiento de León... y todo lo que ella pretendiera.

Pregunta. Un libro con más de 334 páginas pero que no ha sido fácil de poner en marcha.

Respuesta. Isabel Carrasco ha dejado una herencia que no se pierde y que no se va a perder. Dejó plantada una forma de hacer política, dejó a mucha gente enfrentada, pero a otros muy fieles. El mejor ejemplo lo tenemos en 'Yo Isabel'. Es un libro que resume esas vivencias, con mi batalla legal de llegar hasta el Tribunal Constitucional, de 47 entrevistas entrelazadas, pues bien, de las 47 entrevistas con políticos, funcionarios, empresarios de la construcción, etc. salvo una minoría, todos me piden que no dé sus nombres.

P.- ¿Por qué?

R.- Pues porque ella de alguna forma sigue estando viva. En el entorno autonómico y en el local, otra cosa es que esté adormilada o dulcificada su presencia, porque los políticos de ahora no tienen el valor ni la ambición de llegar donde ella lo hizo

P.- ¿Ha tenido miedo a publicarlo?

R.- No, para nada. La distancia de esa época con la actual es abismal. Había un ambiente tóxico que ahora no se vive. Ella controlaba lo que se publicaba, pedía cabezas de directores, de periodistas, nada de esto ahora se ve.

P.- ¿Entonces quedan ‘Isabel Carrasco’ en la política actual de la Comunidad?

R.- Estoy convencido de que sí, pero nadie podría llegar a la altura de atrevimiento de Isabel Carrasco. Nadie tiene esa ambición, nadie cree que todo vale, como ella pensaba. Entre eso, y que ahora hay intervenciones de la justicia que han sido claves, veo imposible que haya un caso igual. Nadie usa la publicidad de manera interesada como hacía ella. Superó unas líneas rojas que hoy serían impensables. 

Portada del libro Yo, Isabel

P.- ¿Qué ofrece este libro 10 años después del asesinato?

R.- Cambiar el foco. No lo ponemos en la parte dramática, en este caso narró el contexto, saber quién era ella, cómo se crearon esos tentáculos que llegaron a toda la comunidad, saber cómo era el mundo que rodeaba a Isabel.

P.- ¿Dónde se sitúa ese punto de inflexión en el que pasa a ser una mujer con tanto poder?

R.- Decir esto ahora puede sonar mal, pero Isabel era una mujer con una gran capacidad de trabajo y una inteligencia política extraordinaria. A esto se le une una ambición descomunal que empieza a forjar cuando estaba en la Delegación de Hacienda en León. En ese momento comienza a ver las necesidades que hay en los diferentes sectores de la ciudad. Poco a poco nace una gran política, porque lo era, pero salpicada por una ambición que estuvo en niveles altísimos.

"Decir esto ahora puede sonar mal, pero Isabel era una mujer con una capacidad de trabajo y una inteligencia política extraordinaria"

P.- ¿Y cómo forja esa personalidad?

R.- El poder de la política lo va conociendo poco a poco. Primero la local, luego la autonómica y todo lo asienta sobre tres pilares. Primero, tener el control del partido. Lo logra cuando se hace presidente del PP y acaba con la parte crítica. Segundo, control de los medios de comunicación. Tercero, tener todo controlado, todos los vértices de la sociedad leonesa. Así, supo aunar el mundo político, empresarial y social en beneficio propio.

P.- En todos estos años nadie le hace frente. ¿Cómo consigue llegar a ser la mujer con más poder de Castilla y León?

R.- Por su ambición y por una sociedad leonesa que se lo permite. Incluso Juan Morano (PP), dice que veía en ella a la mujer perfecta para hacerse con el poder en Castilla y León. Era mujer, con carácter y decisión, no se lo ponía nada por delante. Pero nadie contaba con que ella tuviera esa ambición tan extraordinaria. Cuando llega a la Diputación Provincial de León culmina todo. Llega a acumular todo el poder político y económico. Tenía 130 millones de euros de presupuesto y lo maneja a capricho. Todo esto le acaba dando el control absoluto de León.

P.- De no morir asesinada, ¿hasta dónde hubiera llegado?

R.- Pues seguramente como algunos de sus compañeros y funcionarios de la Diputación. Por ejemplo, Marcos Martínez, en el juicio de la Púnica, dijo “estoy aquí por lo que hizo mi presidenta”. Supongo que hubiera acabado esposada por la Guardia Civil en una imagen que hubiera sido bochornosa para ella.

"De no morir, supongo que hubiera acabado esposada por la Guardia Civil en una imagen que hubiera sido bochornosa para ella"

P.- Y curiosamente quienes frenaron su carrera fueron dos ciudadanas y amigas suyas.

R.- Ella tuvo una virtud, lograr que la sociedad leonesa estuviera atomizada, sin unión para poder evitar que se supieran las tropelías que estaba cometiendo, y de eso sacó mucho rédito. Al final, consiguió una sociedad que fuera manejable. Y eso ella lo hacía muy bien, pero no contó conque en esa sociedad hubiera dos personas enfermas de locura que perdieran la razón hasta cometer un crimen así, que fue planeado durante dos años.

P.- Leo en el libro que fue un final escrito por ella misma.

R.- Lo digo yo, y muchos de los entrevistados en el libro. Cuando llegas hasta el límite piensas que no va a pasar nada. Pero cuando florece la locura de estas dos personas, porque no creo que Raquel estuviera metida en esta trama, pues de esa locura llega una acción tan brutal.

P.- ¿Qué hizo bien Carrasco por la provincia de León y por la política?

R.- Fue un gran ejemplo en gestión y organización administrativa. Cuando llegó a la Diputación de León, antes de hacerlo su recinto particular, puso en orden la administración, que estaba muy desordenada. La puso en marcha en muchos aspectos. Y luego todo ese poder lo intentó aprovechar en beneficio propio.

P.- El título ‘Yo, Isabel’ es toda una declaración de intenciones a su ego.

R.- Totalmente, es el resumen. Ella era Isabel, Isabel e Isabel. Solo pensaba en Isabel. Todo lo que hacía era porque pensaba que le iba a proporcionar un beneficio en el corto o largo plazo.

P.- ¿Cuál era su meta política? ¿Dónde hubiera estado su techo?

R.- Llegar a la política nacional. De ahí su empeño en convertir todo lo que hacía en un interés personal. Por ejemplo, cuando ella llega al PP de León tenía 3.000 afiliados y de repente pasa a 12.000. Ella llegaba con estos datos a Juan Vicente Herrera y marcaba sus bases. Pues en Madrid (Génova) hubiera hecho lo mismo. Sin embargo, fallece y se descubre que no era así, que todos esos datos estaban falseados, pero no tengo duda de que ella construía su futuro para llegar a Madrid.

"Su meta era llegar a la política nacional, a Madrid, usando las mismas estrategias que hacía en Castilla y León"

P.- ¿Vamos a poder conocer el lado más humano de la que fuera presidenta de la Diputación leonesa?

R.-  El lado más humano de Isabel no lo vamos a conocer porque ella nunca lo quiso mostrar. Isabel nunca dejó ver un grado de compasión, porque su ambición se lo impedía. Debía tener ese perfil tan duro.

P.- ¿Este libro se hubiera podido escribir viviendo Isabel Carrasco?

R.- Escrito sí, lo que no sé si publicado. (Risas). Ella era extremadamente insaciable en lo político y beligerante con quien se enfrentaba a ella o con quien era desleal. Hay casos muy llamativos de políticos que se citan en el libro. Yo estuve 10 años desfilando por los juzgados porque sabía que mantener un periodista en el juzgado era una forma de contenerlo o al menos de intentarlo.

  

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