La Asociación Sindical de Profesionales de Agentes Medioambientales de Castilla y León ha compartido, a través de sus redes sociales, la lucha de un corzo para librarse del vallado en el que quedó enganchado. Todo con segundos de tensión del animal que finalmente se pudo liberar y continuar su paseo por la zona.
“Esto se produjo la semana pasada. Fue en la provincia de Segovia. Estos episodios son habituales, a lo largo de todo el año, donde existe este tipo de vallado”, aseguran, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León fuentes de la asociación.
Se trata de “mallas cinegéticas” que “pone la gente para proteger una plantación de viñedo”, por ejemplo, o incluso para “proteger los cultivos de estos animales”. Se trata de mallas de luz que “varía mucho en su estructura”, añaden.
“Tenemos otro problema y es que hay gente que en lugar de poner este tipo de malla pone los alambres de espino, que van mejor para los corzos porque al ser un alambre que pincha, pero al estar separados, se enganchan menos. El problema está en que estos hilos de espino van peor para, por ejemplo, las aves rapaces, sobre todo las nocturnas, que cazan de noche y no ven estos hilos de espino”, añade nuestro entrevistado.
Desde la Asociación Sindical de Profesionales de Agentes Medioambientales de Castilla y León y en relación al caso del corzo, afirman que “todo lo que se hace tiene una repercusión en la fauna”.
“Es evidente que, si tengo un cultivo, lo tengo que proteger. Pero también queremos destacar que, esas vallas, cumplen la normativa. Nosotros velamos por conseguir que todo lo que se haga, la cumpla”, apuntan.
Finalizan asegurando que “no quiere decir que, porque un corzo se enganche a una valla, esté incumpliendo nada”.
Lo que quieren hacer ver, pese a este cumplimiento, son los obstáculos con los que la fauna se encuentra en nuestra Comunidad y que, a veces, puede llevar a que el animal en cuestión fallezca.