La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha comenzado esta semana la campaña anual de muestreos biológicos en los ríos de la cuenca para evaluar el estado ecológico de las masas de agua. Este se concretará en 450 puntos repartidos por toda la demarcación, lo que supone un aumento de 124 más que el año pasado.

Una campaña que forma parte de los programas de seguimientos de ríos, lagos y embalses que el organismo desarrolla desde hace más de 16 años.

Unos trabajos que incluyen la recogida de plantas y algas acuáticas, así como de invertebrados bentónicos (larvas de insectos y otros invertebrados que viven en el lecho fluvial). Según informan desde la CHD, estos ofrecen una información muy certera sobre la calidad del agua y ecosistema del que forman parte puesto que tienen "memoria" de lo que ha ocurrido en el río hasta el momento del muestreo.

Unas labores que se realizan en primavera y cuya previsión es que se alarguen hasta el mes de julio. Además de estos muestreos biológicos, los ríos también se someten a análisis físico-químicos dependiendo del programa de control en el que estén incluidos, así como un diagnóstico hidromorfológico.

Todos estos datos aportan una información fundamental en la planificación hidrológica dado que determinan la magnitud de las presiones a las que se someten las aguas superficiales.