Soraya Rodríguez (Valladolid, 1963) lleva toda una vida ligada a la política, con la defensa de sus ideas progresistas y de un proyecto de igualdad en España por bandera. Miembro del Comité Federal del PSOE entre 2000 y 2008, fue eurodiputada entre 1999 y 2004 y, a su regreso a la política nacional, inició su primer periplo en el Congreso de los Diputados, donde permaneció entre 2004 y 2008. Entre medias, en las elecciones municipales de 2007, disputó la Alcaldía de Valladolid al popular León de la Riva aunque fue derrotada por el incombustible alcalde.
Llegaría a ser secretaria de Estado de Cooperación Internacional entre 2008 y 2011 y ese mismo año regresó al Congreso, convirtiéndose en la portavoz del Grupo Socialista en la Cámara baja entre 2012 y 2014, bajo la dirección de Alfredo Pérez Rubalcaba. Durante la crisis interna del partido en 2016-2017, apoyó la abstención que permitió a Mariano Rajoy ser investido, tras la dimisión de Pedro Sánchez, y apoyó a Susana Díaz en las primarias en las que fue derrotada por el actual presidente del Gobierno.
Después, mostró su absoluto desacuerdo con el diálogo con los independentistas catalanes y en marzo de 2019 se dio de baja del partido al que había dedicado su vida. En las elecciones europeas de mayo de 2019 se presentó como número tres en la lista de Ciudadanos y resultó elegida, desempeñándose como eurodiputada durante la legislatura que está a punto de finalizar, y hace solo unos meses, ante la descomposición del partido liberal, se vinculó a Izquierda Española, un nuevo proyecto impulsado por el joven abogado madrileño Guillermo del Valle que busca conjugar el progresismo con la oposición a los nacionalismos periféricos.
La histórica política vallisoletana, que acompañará a Del Valle como número dos de la formación en los comicios europeos del próximo 9 de junio, ha atendido a EL ESPAÑOL de Castilla y León para explicar los postulados de su nuevo proyecto político.
Pregunta.- Se presenta como número dos a las elecciones europeas del próximo 9 de junio por Izquierda Española, ¿qué le llevo a acercarse a este nuevo partido de reciente fundación?
Respuesta.- Conocí el proyecto antes de que fuera un partido político, a través de la asociación El Jacobino, y me pareció un esfuerzo interesante y meritorio de gente fundamentalmente joven en el ánimo de recuperar un proyecto político desde la izquierda pero con un proyecto de España que no se identifica con los nacionalismos identitarios y que está dispuesto a hacerles frente.
Además, la descalificación rápida a todas las voces que estaban reclamando esto desde posiciones progresistas era que eran viejos y Guillermo y todo su entorno en El Jacobino son jóvenes. Esto no es una cuestión de edad sino una cuestión ideológica, defender un proyecto progresista es fundamentalmente defender la igualdad entre todos los españoles y que no pueda haber ningún tipo de diferencia basada en privilegios para territorios históricos.
"Defender un proyecto progresista es defender la igualdad entre todos los españoles"
Yo siempre he dicho que socialismo y nacionalismo son dos palabras asombradas de encontrarse juntas, el PSOE siempre fue un partido con un proyecto de España que contraponía a los proyectos secesionistas y ahora, desgraciadamente, eso no existe. Por eso creo que merece la pena desde una izquierda amplia, que recoja a socialistas, socialdemócratas o socioliberales, defender nuestra integridad territorial, nuestra Constitución y tener muy claro que los derechos son de los ciudadanos y no de los territorios.
P.- ¿Qué cree que puede aportar a la formación?
R.- Cuando conocí la voluntad de El Jacobino de convertirse en un proyecto político yo les dije que estaba dispuesta a ayudar en lo que hiciera falta. La verdad es que no tenía pensado seguir en primera línea de política y mi intención era iniciar otros proyectos pero ellos entendieron que como mejor podía ayudarles era acompañando a Guillermo en la candidatura.
Creo que puedo aportar la experiencia de una larga trayectoria política y también la experiencia en Europa. Estaré en todo lo que pueda ayudar y aportar porque me parece que la opción que representa Izquierda Española merece la pena, es más necesaria que nunca y tenemos que romper esta dicotomía ridícula en la que nos quiere instalar el PSOE que es que todo lo que no sea estar de acuerdo con esa izquierda identitaria, que fragmenta, significa estar en ese mundo que se han inventado, el de la 'fachosfera'.
"Tenemos que romper la dicotomía ridícula de que todo lo que no sea izquierda identitaria es 'fachosfera'"
El PSOE ahora mismo dirige una coalición de partidos nacionalistas y secesionistas, porque me niego a integrar a Puigdemont a una supuesta coalición de izquierdas, y las opciones no pueden ser o eso o tener que votar al Partido Popular. Hay muchísima gente que piensa lo que nosotros y que nunca va a votar al PP porque ideológicamente no son personas conservadoras ni de derechas.
P.- ¿Cuáles son sus principales propuestas para estos comicios? ¿qué modelo de Europa tiene Izquierda Española?
R.- Izquierda Española representa un proyecto profundamente europeísta, porque Europa son sus ciudadanos, y apuesta por políticas que contribuyan a una mayor integración y a una mayor redistribución. Apuesta por hacer políticas para que los ciudadanos europeos sean más iguales y que los países europeos seamos capaces de transformar nuestras economías haciendo frente a los retos que tenemos.
"Izquierda Española apuesta por políticas que contribuyan a una mayor integración europea y a una mayor redistribución"
En esta campaña nos encontraremos con una contradicción en aquellos que piden más Europa y a su vez defienden menos España. Si queremos más Europa es porque queremos menos fronteras y menos regulaciones que nos dificulten las políticas comunes y es muy contradictorio que digan esto en Bruselas y que cuando llegan a Madrid quieran menos España, más fronteras entre las comunidades autónomas, más obstáculos para la integración o permitir que alguien que no hable una lengua cooficial en un territorio no pueda encontrar un puesto de trabajo, porque es justo lo contrario de lo que defendemos en Europa.
P.- ¿Cuáles son sus expectativas electorales? ¿ven posible sacar representación a pesar de su corta vida como partido?
R.- Honestamente, creo que hay espacio político en España para una formación como Izquierda Española. Cada vez hay más votantes del PSOE que no se encuentran identificados con lo que ahora representa este partido, que confiaron en el PSOE porque creían que iba a defender más a los colectivos vulnerables pero realmente han visto que eso no existe y que se ha convertido en el líder de una serie de partidos secesionistas coaligados dirigidos a mantener en el poder a un Gobierno que se dice progresista pero que no lo es, y un Gobierno que no puede gobernar.
"Un Gobierno que no puede hacer presupuestos no tiene proyecto político"
El Gobierno ha tenido apoyos suficientes para una investidura pero su programa de Gobierno se agotó el mismo día de la investidura. Un Gobierno que no puede hacer presupuestos es un Gobierno con las manos atadas porque el presupuesto es la expresión contable de un proyecto político y aquí no hay expresión contable y no hay proyecto político.
P.- Lleva cinco años trabajando en el Parlamento Europeo, ¿de qué se siente más orgullosa de su trabajo en esta legislatura?
R.- He tenido la suerte de poder trabajar en aquellas materias que me han motivado siempre en política, en la Comisión de Igualdad, en la de Medio Ambiente y en la de Derechos Humanos. En todas ellas hemos conseguido algunos hitos importantes en los que he tenido la suerte de estar trabajando directamente como ponente.
Es fundamental que hayamos aprobado la primera directiva europea de lucha contra la violencia de género, era una vergüenza que teniendo datos de que una media de 50 mujeres mueren asesinadas a la semana en la Unión Europea no tuviéramos una ley específica.
"Es fundamental que hayamos aprobado la primera directiva europea de lucha contra la violencia de género"
En el ámbito del medio ambiente, aunque no hemos podido sacarla adelante, me siento muy orgullosa del trabajo en la Ley de Restauración de la Naturaleza, sobre la que ha habido mucho debate pero muy poco conocimiento. La biodiversidad es la otra cara del cambio climático y mantener los ecosistemas en buen estado es fundamental, es imposible pensar que se puede defender un planeta con ciudadanos sanos en un planeta enfermo, y el planeta está enfermo.
Estoy convencida de que la Ley de Restauración de la Naturaleza será en un futuro la primera ley a nivel internacional que establecerá objetivos claros de restauración de nuestros ríos, de nuestros suelos agrícolas y del cambio de modelo de nuestras ciudades. Y en el ámbito de derechos humanos destacaría la ley de sanciones por vulneración de derechos humanos, que permite sancionar directamente a las personas responsables de vulneraciones de derechos humanos en cualquier país tercero con el que tenemos relaciones.
Era muy necesaria porque cuando hablamos de vulneración de derechos humanos tenemos que hablar también de los autores, identificarles a nivel internacional e impedirles que puedan tener libertad de movimiento en territorio europeo y que puedan mover fondos en la Unión Europea. Me parece que es un avance sustancial en la lucha contra la impunidad.
P.- Las elecciones europeas suelen ser unos comicios con elevada abstención, ¿qué le diría a aquellos que piensan que las instituciones europeas son algo alejado a ellos?
R.- Les diría, en primer lugar, que nada de lo que pasa hoy en sus vidas es ajeno a lo que sucede en Europa. El Parlamento Europeo es el parlamento que más legisla del mundo y su dirección ideológica y política es fundamental. Sobre esa legislación europea es sobre la que se desarrollan las políticas nacionales por lo que las instituciones europeas son absolutamente cercanas a la vida de cada ciudadano.
"Nada de lo que pasa en las vidas de los ciudadanos es ajeno a lo que sucede en Europa"
La configuración política que se produzca en el Parlamento Europeo tras estas elecciones va a ser decisiva para la puesta en marcha después de las políticas de ámbito nacional, autonómico y local.
P.- ¿Considera que la labor de la UE está siendo la adecuada en conflictos como el de Ucrania o el de Gaza?
R.- La Unión Europea es un actor geopolítico de primer orden pero con carencias importantes porque no estamos dotados de una política exterior propia y autónoma. Creo que necesitamos ahondar en una verdadera política exterior común porque la necesitamos para poder tener una voz única en el concierto internacional y la criminal invasión de Putin a Ucrania nos ha colocado frente al espejo de algo que ya conocíamos, que es que la Unión Europea necesita también una política común de defensa.
Esto no significa que tengamos que crear un ejército europeo de la noche a la mañana pero significa que tenemos que abordar de forma seria y urgente la política de coordinación de la defensa de los 27 de forma clara. Estamos en un momento difícil y complejo y creo que la Unión Europa ante los dos grandes escenarios bélicos del momento está actuando mal porque está actuando con un doble baremo: lo que defiende en Ucrania no lo hace en Gaza.
"La UE está actuando mal y con un doble baremo: lo que defiende en Ucrania no lo hace en Gaza"
Lo que está sucediendo en Gaza es un bombardeo absoluto del derecho internacional humanitario y cuando establecemos que los civiles indefensos no pueden ser nunca objetivos militares tenemos que hacerlo real también por nuestra propia defensa. No puede ser que quien es presuntamente responsable no tenga una respuesta de sanciones efectivas por parte de la comunidad internacional.
La guerra tiene reglas y tener un doble estándar en la defensa de estos valores y de este derecho lo único que hace es debilitarnos internamente y espero que podamos reconducir esta situación. Cuando la Corte Penal Internacional establece cualquier medida provisional porque cree que es plausible que un genocidio esté en curso, la obligación de todos los firmantes del Convenio sobre Genocidio es establecer todas las medidas para impedir ese posible genocidio.
Eso implica suspender cualquier envío de armas que pueda ser utilizado contra civiles, suspender cualquier acuerdo de cooperación con el país presuntamente causante de ese presunto genocidio y establecer las sanciones oportunas. Y eso no lo estamos haciendo ni la Unión Europea, ni Estados Unidos, ni muchos países que están actuando con este doble baremo.
P.- Pasando a cuestiones nacionales, hace poco vivimos los cinco días de reflexión de Sánchez, después de toda una vida dedicada al PSOE, ¿cómo vivió ese episodio?
R.- Me pareció inaudito que un presidente del Gobierno hiciera un comunicado a la nación a través de Twitter para decir que iba a pensarse su dimisión durante un periodo limitado. Los presidentes del Gobierno deben comunicar la decisión y, cuando hay que comunicar una decisión tan sustancial como esta, lo que debe hacerse es una transmisión abierta a la nación. Lo viví con mucho asombro pensando que estábamos frente a una estrategia política dirigida a provocar un cambio de escenario e intentar que la atención política estuviera centrada en una carta y, a partir de su comparecencia, en lo que él entendió que era prioritario para el país: que la democracia española estaba en peligro y que teníamos que defenderla de los bulos.
"La reflexión de Pedro Sánchez fue un espectáculo esperpéntico"
El objetivo era crear un escenario inexistente para desviar toda la atención política y todo el debate político hacia ese tema. Todos los españoles sabemos de quien depende hoy la continuidad del presidente del Gobierno, que es de Carles Puigdemont, y el país en su actividad ejecutiva y legislativa está absolutamente paralizado. El Gobierno no puede gobernar y para que se conformara este Gobierno hemos tenido que asistir a uno de los periodos más vergonzosos de la democracia española, a un acuerdo entre unos políticos que querían mantenerse en el poder y otros condenados o perseguidos por la justicia que, para dar sus siete votos, pedían la garantía de la impunidad.
Esto sí que es un problema para la democracia porque es un ataque muy fuerte a la separación de poderes, esto son los problemas de fondo que tiene nuestra democracia y no lo que descubrió Pedro Sánchez durante esos ficticios cinco días en un espectáculo que yo calificaría de esperpéntico.
P.- ¿Qué opina de la situación del PSOE en la actualidad?
R.- Yo creo que hay mucha gente dentro del PSOE que puede pensar algo bastante cercano a lo que estoy manifestando en esta entrevista y por eso me resulta muy difícil entender por qué no lo dicen. Ver en lo que se convirtió el último Comité Federal del PSOE, ante el silencio de muchísimos socialistas, me lleva a pensar que el PSOE es hoy el Partido Sanchista.
"Es imposible que el PSOE se recupere, después del sanchismo solo habrá sanchistas"
Una vez que Sánchez deje de ser el líder del PSOE me parece imposible que el partido recupere su fisonomía política e ideológica anterior. Ese Comité Federal quedó reducido básicamente a una verbena y a colocar los discos de Rafaella Carrà y de Quevedo y por eso creo que después del sanchismo, y durante bastantes años, lamentablemente, en el PSOE solo habrá sanchistas.
Por eso creo que de ahí no podemos esperar la articulación de un proyecto de izquierdas de ámbito nacional y por eso creo que es más necesario que nunca que Izquierda Española ocupe ese espacio. Hay mucho huérfano político en el ámbito progresista de este país que necesita a una formación de izquierdas que sea sólida en su planteamiento, que sea honesta, humilde y que aporte un poco de dignidad.
P.- Izquierda Española se ha mostrado muy crítica con los acuerdos de Sánchez con los independentistas y la Ley de Amnistía, ¿cuáles son las principales propuestas del partido en lo relativo al modelo territorial?
R.- Izquierda Española tiene la voluntad política de hacer frente al discurso nacionalista y secesionista. La izquierda es la que tiene la mayor legitimidad para estar en contra del secesionismo porque no defiende privilegios y en los últimos años ha crecido la idea de que solo es posible avanzar a través de una mayor descentralización de competencias y un mayor vaciamiento del Estado.
"España es una nación, no un conjunto de naciones"
Nosotros creemos que no es así. El Estado es absolutamente necesario, España es una nación, no un conjunto de naciones, y hay que tener un Estado competente. No es una locura política plantear que necesitamos mayores competencias a nivel estatal para poder hacer realmente políticas de Estado. Necesitamos mucha más coordinación y cooperación y eso no significa situarnos en el camino del nacionalismo español.
Desde Izquierda Española decimos que es posible que el Estado fortalezca su ámbito competencial en algunos aspectos porque garantizar una cartera básica de servicios es obligación del Estado.
P.- Y en lo social y económico, ¿consideran también que el Gobierno está siendo poco ambicioso?
R.- Creo que España ha perdido y está perdiendo importantes oportunidades que nos ha ofrecido la mayor inyección económica que nunca hubiéramos imaginado a través de los fondos Next Generation, que son un hito en la Unión Europea. Esos fondos van dedicados a la transformación económica y productiva de nuestro país, para que podamos hacer la transición verde sin perder competitividad ni puestos de trabajo y a su vez invirtiendo en formación y adaptación de los trabajadores más vulnerables.
"España ha perdido importantes oportunidades con los fondos Next Generation"
Eso implicaba uno de los mayores planes de concierto de nuestro país desde los Pactos de la Moncloa, y el Gobierno debería haber sentado a los sectores empresariales, de pymes, sindicatos, a toda la fuerza social productiva de este país, en una mesa para gestionar estos fondos y lamentablemente no se ha hecho. Estos fondos podían haber roto la polarización pero se necesita también consenso político y en medio de esta polarización tan ficticia y forzada para mantener posiciones de poder vulnerables como la que tiene el Gobierno creo que hemos perdido una gran oportunidad.
Es una oportunidad que no va a volver a pasar, todo fondo no absorbido en un periodo de tiempo que ya está llegando a su fin no se podrá utilizar y no todos los países europeos han desperdiciado esta oportunidad como nosotros. Eso nos va a generar a largo plazo una situación de desigualdad competitiva muy importante en sectores claves para la economía europea.
P.- Un viejo conocido suyo, Óscar Puente, protagonizó recientemente una fuerte polémica con el Gobierno argentino, tras acusar al presidente, Javier Milei, de consumir sustancias, ¿qué opina de su labor al frente del Ministerio de Transportes?
R.- Pues que los trenes tienen muchos retrasos (risas). Creo que tiene una cartera muy complicada, es uno de los ministerios con más inversión, a cargo de infraestructuras clave de este país, y creo que debería absorberle las 24 horas. Sin embargo, tengo la impresión de que es más bien todo lo contrario, Óscar Puente no parece ministro de Transportes parece el ministro portavoz del Gobierno o el portavoz del fango, que diría Pedro Sánchez.
"Óscar Puente no parece el ministro de Transportes, parece el portavoz del fango"
Me resulta muy difícil entender cómo el presidente puede hacer un discurso en el que se ofrece como agente activo de la regeneración para salvarnos de esa España del fango y a continuación salga Óscar Puente con uno de sus tuits. Me resulta imposible entender este papel que ha adoptado, de ser la voz bronca del Gobierno, a no ser que Sánchez entienda que a sociedad española tiene que permanecer en esa polarización para ellos poder mantener un nivel de devoto afecto en contra del que está en frente. Gobernar para que no gobiernen otros es ofrecer un proyecto en negativo y el Gobierno solo ofrece bronca, polarización, insulto y descalificación.
Con respecto a lo de Milei, no tiene explicación, un Gobierno tiene la obligación de respetar a los jefes de Estado y presidentes del Gobierno que han sido elegidos en un proceso electoral. Yo políticamente no puedo estar más lejos de lo que es, de lo que hace y de lo que piensa Milei pero ha sido elegido democráticamente por los argentinos y en las relaciones internacionales hay un principio sagrado: cuando insultas a quien ostenta la jefatura del Gobierno estás insultando a toda la ciudadanía a la que representa. Espero y deseo que no vuelva a producirse una situación similar y estoy segura de que los funcionarios del Ministerio de Exteriores habrán hecho su labor para solucionar este desagradable incidente.
P.- Este domingo son las elecciones catalanas, ¿cuál es su pronóstico?
R.- Creo que el PP debe tener encuestas porque estamos viendo a un Feijóo que está absolutamente mimetizado con Abascal con un discurso miserable en el que intenta culpabilizar a la inmigración de delitos concretos como la okupación. Me da la sensación de que las cosas deben ir mal porque creo que esas declaraciones pueden responder a que la extrema derecha catalana y española están incrementando su intención de voto y el domingo podemos recibir malas noticias.
"Illa es una correa de transmisión entre Sánchez y Puigdemont"
Cuando hablo de la extrema derecha catalana no hablo solo de Alianza Catalana, hablo de Puigdemont también, porque representa una derecha claramente xenófoba. Sería una muy mala noticia el incremento de la extrema derecha en Cataluña en todas sus fórmulas. Lo que está claro es que Illa no va a tener autonomía para decidir lo que hace y como gestiona sus resultados porque con quien hablará Puigdemont será con Pedro Sánchez y, dependiendo de la fuerza política que le den los catalanes, le planteará sus extorsiones y chantajes. Illa simplemente será una correa de transmisión.
Ese es el verdadero drama, que la gobernabilidad de España esté en manos de quien considera a España como su enemigo y esto hace que unas elecciones autonómicas, como son las catalanas, vayan a ser absolutamente decisivas para la gobernabilidad de España.
P.- Como vallisoletana y castellana y leonesa, ¿cómo valora la gestión del Gobierno de PP y Vox en la Junta?
R.- Pues muy mal. Creo que el PP, que siempre ha aplaudido a los que hemos defendido que el PSOE debía tener líneas rojas y que no podía gobernar con el secesionismo catalán ni tener como socio a EH Bildu, debería tener también su línea roja en no pactar ni llevar a los gobiernos de este país a la extrema derecha. Una extrema derecha xenófoba, negacionista del cambio climático y de la violencia de género.
"Es terrible que el PSOE pacte con Bildu pero también que el PP pacte con Vox"
A mí me parece terrible que el PSOE comparta gobierno en Navarra con EH Bildu y haga depender la gobernabilidad de España en EH Bildu, que es incapaz de levantarse en un acto de memoria a un miembro de las fuerzas de seguridad que ha perdido la vida en acto de servicio, pero me parece igualmente horrible que el PP comparta gobiernos con un partido que es incapaz de estar en un acto de recuerdo a una víctima de violencia de género.
El primero que transgredió las líneas rojas fue el PP de Castilla y León y pensé que Feijóo le pondría coto pero, para mi sorpresa, no solo no lo hizo sino que siguió su estela. Lo que hizo el PP tras las elecciones autonómicas, llevando a Vox a los gobiernos, me parece que fue un gravísimo error, un error histórico que va a acompañar a Feijóo.
P.- ¿Y cómo valora la gestión del Ayuntamiento de Valladolid?
R.- Uno de los mayores proyectos que teníamos los ciudadanos de Valladolid, y que es un proyecto que debería transformar la vida de la ciudad y de las generaciones futuras, es el soterramiento. Puente fue el alcalde que pasó de salir del despacho de un notario diciendo que si llegaba a la Alcaldía soterraría las vías a llegar a la Alcaldía y tomar como primera decisión no soterrar.
"Es un error terrible no hacer el soterramiento"
Yo creo que este proyecto de integración en superficie, para los barrios del sur de Valladolid, es imposible. Si quieres una integración de esa parte de la ciudad tienes que soterrar. El cambio de Gobierno podía haber dado una esperanza, puesto que el actual alcalde, Jesús Julio Carnero, se comprometió a soterrar, pero frente a esa situación de esperanza nos vino una situación de desesperanza porque si con quien tienes que negociar es con el anterior alcalde, que ha sido el cerebro de que no haya soterramiento en Valladolid, es muy difícil.
Puente se toma el tema del soterramiento como algo personal, que vanidad más ridícula, el soterramiento es el proyecto para la configuración de Valladolid los próximos 100 años, y creo que es un error terrible. Que los vallisoletanos tengamos que ver impasibles como el soterramiento es posible en otras ciudades, ver a Puente ir a la inauguración de soterramientos en otras ciudades, mientras a nosotros se nos ha negado el derecho. El soterramiento también es política social.
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