El buen tiempo se resiste a llegar a Castilla y León. La primavera está trayendo consigo fuertes precipitaciones y rachas de viento que se han vivido, especialmente, durante este fin de semana pasado por agua.
De hecho, este lunes la Comunidad amanecía con un aviso amarillo por tormentas y lluvias en varias provincias de la Comunidad. Unas precipitaciones que podrían dejar hasta 15 milímetros en zonas de Burgos, Segovia, Soria y Ávila. No solo eso, sino que la Agencia Estatal de Metereología (Aemet) alertaba de posibles avisos por granizo.
Un tiempo que no está dejando disfrutar a los castellanos y leoneses de los rayos de sol propios del mes de mayo. Sin embargo, parece que la situación empieza a ser más favorable y que podrán olvidarse, aunque no del todo, de las botas para dar paso a un calzado más veraniego.
Para esta semana está previsto que continúen los chubascos en el tercio norte peninsular, y a partir del miércoles sólo serán probables en el extremo norte. La buena noticia es que para el fin de semana no se esperan.
Las temperaturas irán siendo cada vez más propias del mes de abril y se irán recuperando las de mayo de cara al fin de semana. El domingo se llegará hasta los 28 grados en distintas provincias como Valladolid y Salamanca. E, incluso, a los 30 en algunas zonas de Ávila como Candeleda. Los cielos estarán despejados y los ciudadanos podrán disfrutar de un excelente fin de semana.
Unas temperaturas que se mantendrán e, incluso, continuarán subiendo algún grado más de cara a la próxima semana aunque la inestabilidad seguirá presente en la Comunidad. De hecho, a partir del lunes se esperan lluvias en Valladolid, Segovia, Soria y León.
Unas tormentas más veraniegas que irán desapareciendo a lo largo de la semana y que se irán quedando acotadas en la zona norte. A partir del jueves los cielos volverán a despejarse, aunque el clima cálido propio de esta época seguirá muy presente.
Un mes de mayo muy pasado por agua que casi no ha dejado a los castellanos y leoneses disfrutar de la primavera.