Santiago Abascal ha aparecido en escena para pegar un toque de atención a los gobiernos regionales donde está formando coalición, es decir, Castilla y León entre ellos. Por este motivo, el presidente de VOX ha pedido que pongan “todo lo que está en su mano” para cumplir los compromisos en materia de inmigración ilegal. Así lo ha dicho durante su intervención al finalizar la Asamblea General Ordinaria que se ha celebrado hoy, y en la que han sido aprobadas las cuentas del partido con el apoyo del 91,47% de los afiliados que han ejercido su derecho al voto.

Es decir, que el líder de la formación nacional ya no presiona a Feijóo, ahora lo hace con los barones territoriales, es decir, con Alfonso Fernández Mañueco.

Abascal se ha referido de esa manera a la posibilidad de que las comunidades autónomas cogobernadas por PP y VOX participen en el reparto de menas que pretende aplicar el Gobierno. Ha afirmado en este sentido que VOX está plenamente dispuesto a “cumplir fielmente los pactos suscritos en las regiones” en esta materia y ha pedido al PP que cumpla con su palabra sobre el contenido de los acuerdos suscritos entre ambos partidos.

Y es que la postura en Castilla y León dista mucho entre el PP y Vox. Mientras aquí el vicepresidente Juan García-Gallardo se ha mostrado muy crítico con la inmigración ilegal y ha puesto sobre la mesa medidas muy duras, la parte del PP siempre aboga por ser una “tierra de acogida” aunque solicita más información al Gobierno y ha asegurado en más de una ocasión que "La postura de la Junta la marca la consejera de Familia".  El PP ha desoído a su socio de Gobierno en esta materia y reitera la posición del Ejecutivo autonómico como ha hecho en anteriores ocasiones. “Castilla y León ofrece solidaridad, la vamos a seguir ofreciendo en el futuro", sostuvo ayer jueves el portavoz de la Junta. Habrá que ver ocurre ahora tras la amenaza de Abascal.