El estado de muchas iglesias de Castilla y León es verdaderamente preocupante. Así lo ha confesado el obispo de Astorga y obispo acompañante de Cáritas Autonómica, Jesús Fernández González, después de que en menos de dos semanas dos templos de la Comunidad hayan sufrido derrumbes de parte de su estructura. 

La primera fue la iglesia de la Santa Vera Cruz, que el pasado 26 de junio vio cómo su cúpula se desplomaba en pleno proceso de rehabilitación ante el deterioro ocasionado por humedades, precisamente, en la cúpula. 

Tras ella, ha sido la torre de la iglesia de Villaturiel la que se vino abajo el pasado domingo, también por el mal estado de la estructura, que, al parecer, amenazaba desde hacía meses con derrumbarse. 

Y es que, teniendo en cuenta que ambos incidentes se han producido por el mal estado de conservación de los citados templos, así como que no son los únicos que se encuentran en condiciones desfavorables y en riesgo de derrumbe, el obispo de Astorga ha advertido que se trata de un problema que "va a ir en aumento". 

Asimismo, ha declarado que se trata de un asunto que preocupa enormemente a la Iglesia, al tiempo que ha achacado esta realidad a la falta de recursos. 

"En todos los lugares tenemos esta dificultad, sobre todo en pueblos que son muy pequeños, porque, aunque hay apoyo económico de las diputaciones, que se suma a los recursos propios, esto solo permite hacer pequeñas obras y no en todos los sitios. Con el apoyo público que recibimos, no llegamos a todo", ha confesado Don Jesús. 

Además, el obispo acompañante de Cáritas Autonómica ha afirmado que el notable deterioro de los templos también se ha visto acelerado en los últimos años en algunas iglesias, por el hecho de que "el sacerdote no llega a ellas". 

Según Jesús Fernández González, Castilla y León puede presumir orgullosa de contar con un gran patrimonio eclesiástico. Sin embargo, "tenemos que cuidarlo", ha advertido. 

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