Gonzalo Santonja es el único superviviente en Castilla y León de la acción suicida propiciada ayer por el Comité Ejecutivo Nacional de Vox y en particular por su líder, Santiago Abascal.
Santonja nunca tuvo carnet de militante de Vox. Castilla y León fue la primera comunidad autónoma en la que Vox ensayó un gobierno de coalición. Era el gran escaparate de Vox a nivel nacional, el ‘piso piloto’ en palabras del propio Abascal para mostrar al resto de españoles qué podía hacer Vox por ellos.
Así pues, se necesitaban personas de cierto prestigio para que encabezaran las tres consejerías que Vox gestionaría en Castilla y León tras el pacto de gobierno con el PP. Gonzalo Santonja era una de esas personas con aureola. Un intelectual reconocido a nivel nacional que además era el gran defensor de la tauromaquia como un hecho cultural propiamente español, una de las columnas vertebrales del ideario de Vox.
El nombramiento de Santonja como consejero de Cultura, Turismo y Deportes provocó una gran polémica, porque en su juventud principió de comunista, y hay fotografías que atestiguan su cercanía a reconocidos intelectuales de izquierdas y, para más inri, en actos de apoyo a Herri Batasuna.
Pero Abascal obvió estos detalles lejanos porque le convenía más exhibir el talante intelectual de Santonja y su defensa a ultranza de la tauromaquia en el ‘piso piloto’ que puso en marcha en Castilla y León.
La ruptura del gobierno de coalición puso ayer a Santonja contra las cuerdas. Como consejero, trató de rodearse de un equipo de personas fijándose más en su prestigio personal que en la ideología. Su marcha de la Consejería significaba un varapalo para muchos de los miembros de ese equipo que en su día dejaron trabajos y demás para acompañar a Santonja en las labores como consejero. Un equipo que Abascal quería arrojar sin más al muladar por meras conveniencias políticas.
A ello se añade su buena relación con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ambos salmantinos. Sin carnet de Vox, acaso el miembro más relevante a nivel nacional en el gobierno regional, era una pieza demasiado valiosa para que Mañueco la dejara escapar.
Así pues, Santonja es el único superviviente del barco hundido de Vox en CyL, el ariete perfecto para que el PP conserve y atraiga el apoyo de ciudadanos que en las últimas elecciones autonómicas votaron a la ultraderecha. Un garbanzo blanco en medio de tanta negrura.