María Engracia Pérez Palomeo, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Salamanca, ha sido elegida esta tarde presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl) en sustitución de Javier Herradón, que ha presidido la institución autonómica desde septiembre de 2020. De esta forma, culmina un proceso de renovación que se inició el pasado 17 de junio, día en que arrancó el periodo electoral tras la toma de posesión de los nuevos consejeros del Pleno.
La presentación de una única candidatura, encabezada por Pérez Palomero, ha evitado la celebración de elecciones en la institución farmacéutica, cuyos comités directivo y técnico han tomado hoy posesión de sus cargos en un acto que ha contado con la asistencia de representantes de instituciones sanitarias y académicas, del Consejo General de Farmacéuticos de España, miembros de otras corporaciones profesionales sanitarias, así como todos los presidentes que ha tenido el Concyl desde su origen.
Los objetivos del nuevo equipo, según un comunicado del Concyl recogido por Ical, pasan por la integración plena de las farmacias en los planes de Salud Pública, el desarrollo de una farmacia más asistencial, con más servicios en el área rural, su participación en cribados y proyectos sanitarios, con nuevos avances hacia una farmacia más digital.
María Engracia, presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, estará acompañada en el nuevo comité directivo de Concyl por Marta Terciado Valls, como vicepresidenta; Rafael Martínez Olmedo, nuevo secretario y Marta Ruano Vázquez, que será la nueva tesorera. Además, como vocales se integran: Rebeca Cuenca Celasco, María del Rosario Caro Narros, Reyes de Santiago Arteche, María de los Ángeles Casas Martín y María Clara Arenós Monzó, Vanesa López Pérez, Beatriz Prieto Antolín, Mónica Álvaro Pinto, Ana Cristina Gamero-Martín Granizo y María Luisa Alonso Núñez.
El equipo que encabeza María Engracia Pérez Palomero afronta este mandato de cuatro años con el objetivo de consolidar el modelo de farmacia asistencial y social, desarrollar nuevos servicios para la farmacia rural, alentar proyectos de educación sanitaria que hagan a los ciudadanos partícipes de su salud y establecer una comunicación efectiva entre profesiones sanitarias. El nuevo equipo buscará también dar forma a una farmacia más digital, que aproveche las herramientas tecnológicas para avanzar en la prestación farmacéutica y en el desarrollo de nuevas funcionalidades de la receta electrónica, así como en proyectos relacionados con salud pública.
Todo con la vista puesta en aprovechar al máximo el potencial de los profesionales farmacéuticos e incorporar nuevos servicios sanitarios de calidad en todas las farmacias de Castilla y León. La farmacia rural, recordó la nueva presidenta del Concyl, será también protagonista en este nuevo mandato. Garantizar su sostenibilidad permitirá que nuestros pueblos sigan disponiendo del recurso sanitario más cercano y accesible, en muchos casos el único, una herramienta sanitaria imprescindible que hay que aprovechar al máximo para hacer frente al reto demográfico y la despoblación.
La integración plena de las farmacias en las estrategias de Salud Pública será otro de los retos, según apuntó Pérez Palomero. El objetivo, avanzar en la participación en cribados, como el del cáncer de colon, de cérvix y la participación en la detección precoz en patologías tan importantes como la diabetes. La nueva presidenta del Concyl agradeció además la labor de su predecesor, Javier Herradón, que después de una amplia trayectoria en las instituciones colegiales finaliza su mandato.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Farmacéuticos de España, Jesús Aguilar, apuntó que “ningún profesional sanitario es tan accesible en Castilla y León como lo es el farmacéutico o la farmacia: sin listas de espera ni citas previas”. Una realidad, señaló, “especialmente valorada en una región entre las más despobladas y envejecidas, no sólo de España, sino de toda la Unión Europea”. Asimismo, instó a los representantes de la Junta a colaborar con la profesión para ser garantes de un modelo que funciona y que tiene que ser sostenible. “Una farmacia es un gran activo sanitario y factor de cohesión territorial y social de primer orden”, señaló.
Castilla y León cuenta en la actualidad con 1.596 oficinas de farmacia y 274 botiquines repartidos en su territorio. El 30 por ciento de las oficinas de farmacia se encuentran en municipios de menos de 500 habitantes. El peso del sector farmacéutico en el ámbito sanitario es incuestionable. De hecho, son más de 4.400 los profesionales farmacéuticos colegiados en la Comunidad.