El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, no descarta la posibilidad de tumbar los próximos Presupuestos de Castilla y León. Y así lo ha manifestado a los medios antes de mantener la reunión con su Grupo Parlamentario con motivo del inicio del curso político.
Una pelota que ha puesto en el tejado del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a quien le ha advertido que tendrá que decidir si "abrazarse a Tudanca o seguir la senda de Vox".
En este sentido, Garriga no ha querido hablar de "líneas rojas", pero sí de "coherencia, principios y cambios". Una realidad en la que, avanza, el equipo de Vox en Castilla y León "ya está trabajando".
Y es que el camino marcado por la formación liderada por Santiago Abascal es claro: "Venimos a cambiar la política de verdad y, si eso implica tumbar unos presupuestos que destinan dinero a sindicatos, promueven la Agenda 2030 y no protegen a la familia ni al campo, lo haremos".
"No hemos venido a ser el coche escoba de nadie ni vamos a hacer de seguro de vida de ningún presidente autonómico", apostillaba el dirigente de Vox acompañado por Carlos Pollán, titular de la institución, Juan García-Gallardo, portavoz del grupo, y procuradores.
Unos Presupuestos en los que, además, Madrid tendrá mucho que decir, tal y como ha anticipado. "Somos diferentes al resto de formaciones", recuerda. Y asegura que Vox se caracteriza por "defender lo mismo" en todas las comunidades.
Por esta razón, anticipa que trabajarán "de manera conjunta con unidad y criterio" para decidir "qué es lo mejor para los castellanos y leoneses". Y ponía como ejemplo el criterio común que ha habido para salir de todos los gobiernos autonómicos tras no aceptar las políticas migratorias.
Una nueva etapa
El secretario general de Vox ha hablado sobre la nueva etapa a la que se enfrentan en Castilla y León con un equipo de personas "sobradamente preparadas y humanamente brillantes".
Reconocía públicamente la labor de Juan García- Gallardo y el trabajo realizado en la Comunidad "en materia fiscal, en apoyo decidido y valiente a la familia o abordando la despoblación".
Ahora comienzan una "nueva realidad fuera de los gobiernos" tras la "expulsión de Feijóo". Una era con la que quieren demostrar la "utilidad e importancia de Vox". Y asegura que apretarán en "aquellos principios" que presentaron en campaña electoral.
Desde la formación de Santiago Abascal recuerdan que no negocian "a cambio de sillones". Y preguntan a Mañueco de qué lado quiere estar: "Hay que saber si quiere coquetear con Tudanca o seguir apoyándose con Vox".
Garriga se mostraba crítico con el presidente de la Junta al que acusaba de "haberle faltado poco tiempo para abrazar a los sindicatos" y también para que la consejera de Agricultura, María González Corral, "abrace la Agenda 2030".
"Les va a faltar tiempo para meter en el cajón la Ley de Concordia", agregó, donde animó al Grupo Popular a seguir adelante con esta tramitación e incluir su toma en consideración en el orden del día del pleno de las Cortes previsto la próxima semana.
Peligro en el Ayuntamiento
Garriga ha sido contundente sobre la posibilidad de romper el pacto de gobierno (PP-Vox) en el Ayuntamiento de Valladolid: "No nos va a temblar el pulso".
Ha recordado que la misión de Vox es "enseñar a los españoles que decimos lo mismo en campaña electoral, gobiernos y oposición". Y la respuesta a esa posible rotura del pacto la tienen "nuestros socios de gobierno".
Afirma que tienen la posibilidad de "ser leales a lo que firmaron o contradecir lo que suscribieron". Y asegura que serán "muy críticos", tal y como "ha ocurrido en los gobiernos regionales".
Finalmente, también ha querido hacer hincapié en que Castilla y León es el lugar donde Vox tiene "más alcaldes y concejales". Demostrando así su "fuerza y permeabilidad en el territorio".