A partir de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, la Junta de Castilla y León oferta el bono digital para la contratación de nuevos servicios de conexión a banda ancha y el mantenimiento de los ya contratados, las cuantías son de 240 euros.

Se trata de una apuesta nuevamente para los colectivos vulnerables, dado que esta subvención se dirige también a aquellos perceptores del Ingreso Mínimo Vital (IMV) o la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC).

De esta forma, la ayuda se va a poder solicitar hasta el 15 de octubre y trae consigo una novedad, este 2024 llegará a los mayores de 65 años.

La condición es que su domicilio esté ubicado en municipios de menos de 20.000 habitantes para que no formen parte de un Área Urbana Funcional.

El objetivo es llegar al mundo rural, una de las grandes prioridades de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, con la que facilitar la vida a los ciudadanos.

Además, quieren que estos colectivos estén dotados de nuevas conexiones de banda ancha fija en sus casas o mantengan las que ya poseían, en cualquier caso, con mínimo 30 megabits por segundo.

Esta iniciativa esta financiada con Fondos Europeos Next Generation, cuyo presupuesto alcanza los 749.520 euros, que se repartirá en unos bonos anuales de 240 euros para cada beneficiario.

Esto se reduce a 20 euros al mes para el coste total del servicio, en el que está el IVA incluido sobre la factura.

Este servicio se prestará sólo en dos operadores/colaboradores inscritos en la Comunidad, como O2 y Fibergreen.

A partir de la notificación de la resolución de estas ayudas, las personas a las que se les conceda el bono digital contarán con un mes para la contratación de estos servicios o mantener el suyo durante un año.

Respecto a las solicitudes, estas serán tanto presenciales como telemáticas, que se podrá acceder a ellas a partir de la sede electrónica de la Administración autonómica.