Las farmacias de Castilla y León se convierten en espacios seguros para víctimas de violencia de género
- La campaña recoge una financiación de 120.000 euros, procedentes de fondos Next Generation UE.
- Más información: La Junta por fin adquiere los nueve centros de crisis para víctimas de violencia sexual
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Las farmacias de Castilla y León se incorporan a la Red de Atención a las Víctimas de Violencia de Género de la Junta y se presentan como espacios seguros para las mujeres
La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades ha presentado una campaña junto al Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos que llegará a las 1.596 farmacias de Castilla y León.
Con ello se busca “dar difusión tanto en formato físico como digital para que la población conozca los nuevos recursos de atención y protección a víctimas de violencia o agresión sexual”, según reconoce la Junta en una nota de prensa.
“La protección de las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia de género o agresión sexual es una prioridad máxima para la Junta de Castilla y León”, afirman, que continúa ampliando la red de servicios de atención integral a este colectivo.
En esta ocasión, la vicepresidenta del Ejecutivo autonómico y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha presentado la campaña 'Farmacia Punto SOS' de ayuda a las víctimas de agresiones sexuales junto con la presidenta del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl), María Engracia Pérez Palomero, con el objetivo de que las farmacias se conviertan en Punto SOS (Seguridad y Orientación, Siempre) para las víctimas, especialmente en el medio rural.
Las 1.596 farmacias, de las cuales un 60 % se ubican fuera de los grandes núcleos de población, son, a partir de ahora, otra puerta de entrada más a la Red de Protección, dotando a los profesionales de las herramientas necesarias y suficientes para anticiparse o detectar situaciones de riesgo.
La campaña recoge una financiación de 120.000 euros, procedentes de fondos Next Generation UE, para hacer frente a un fenómeno complejo y heterogéneo como son las violencias sexuales. El objetivo principal es, precisamente, hacer de las farmacias entornos seguros para poder solicitar ayuda.