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El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones ha presentado este martes el censo regional de lobo ibérico en Castilla y León 2022-2023.

Un trabajo “técnico y muy intenso” de varios años, elaborado por técnicos “con absoluto rigor” y que forma parte del Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León, del que el consejero ha destacado un “importante crecimiento” de la población de lobos, así como de la extensión territorial de implantación de este animal en Castilla y León.

Y es que, según ha anunciado, la Comunidad ha pasado de las 179 en el censo del 2012-2013 a las 193 manadas en este nuevo censo 2022-2023, lo que supone un incremento del 8%.

En palabras del consejero, el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz; y el jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, David Cubero, "datos muy favorables y magníficos desde el punto de vista de conservación de la especie porque da cumplimiento al reto que nos marcábamos en la estrategia nacional y un reto de cara a la gestión de poblaciones, teniendo en cuenta que están llegando a zonas donde no era habitual que hubiese manadas de lobos".

Del mismo modo, el consejero ha explicado que este censo tiene por objeto "nutrir el censo nacional", pero también alimentar "otra obligación que tiene el gobierno de España, en este caso europea, que es el informe sexenal del estado de poblaciones de especies silvestres, que obliga a todos los estados a remitir cada seis años el informe de la evolución de las especies", ha destacado.

En este sentido, ha recordado que el informe sexenal remitido por el Gobierno de España en 2019, elaborado del periodo 2012-2018, indicó que el estado de conservación del lobo era desfavorable en España. De este modo, ha afirmado que este nuevo censo pone de manifiesto "de una forma extraordinaria, ese error que denunciamos las comunidades loberas y otras que estuvieron con nosotros".

Por ello, lo que esperan es que "el nuevo informe sexenal que el Gobierno de España tiene que remitir en 2025, refleje la realidad contraria a la no realidad que puso de manifiesto a Europa en el informe sexenal anterior", ha añadido.

El consejero también ha aprovechado su intervención para anunciar que, dado que el resto de comunidades con presencia de lobo también han presentado su censo, el siguiente paso es convocar en los próximos días al resto de comunidades autónomas loberas de España.

Y no solo para compartir el trabajo que hemos realizado y reflexiones sobre el mismo, sino también para, "de formar coordinada, decidir las acciones respecto a esa orden 980/2021 de catalogación del lobo como especie silvestre en régimen de protección especial y qué acciones tenemos que tomar para su retirada por parte del Gobierno de España, porque obviamente no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la conservación de la especie".

"También para decidir las acciones a tomar para poner de manifiesto algo que ha quedado técnicamente acreditado, que es que no hay dos poblaciones en el norte y sur del Duero, como si lo considera la Directiva Hábitats del 92. Pero como en Europa hay un movimiento clarísimo a modificar y flexibilizar el régimen jurídico del lobo en la directiva del Convenio de Berna, que es precedente, tenemos que aprovechar para convencer a las autoridades europeas de que esa diferenciación de población al norte y al sur del río Duero tiene una base científica, que es que solo hay una única población", ha añadido.

El consejero también ha expresado que, pese a no querer avanzar "por nosotros solos" las medidas a adoptar en relación a este tema, al ser preguntado por si una de sus peticiones va dirigidas a la permisión de la caza al sur del Duero; sí ha insistido en que, desde su punto de vista, "lo que sí parece razonable es que esa orden ministerial que retiró las facultades de gestión de la especie a las comunidades autónomas fue un error".

Por lo tanto, tratará de que todas las comunidades autónomas asistentes a la reunión "nos pondremos de acuerdo en coordinar un trabajo para pedir, no la caza, sino la gestión de la especie". "No hubo ningún motivo para retirar esa gestión y por tanto probablemente nos pondremos todos de acuerdo para exigir su recuperación", ha añadido.

Y es que Quiñones tiene previsto hacer la convocatoria de dicha reunión "esta misma semana", con la idea de que "en un plazo de 15 días podamos contar con alguna decisión al respecto".

Provincias

Volviendo al nuevo censo presentado por Castilla y León, cabe destacar que, según ha explicado el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal, José Ángel Arranz, en el norte de la Comunidad se ha registrado "una alta densidad de manadas", concretamente en zonas como Palencia y León, con un total de 158, un 4% más que el plan anterior; mientras que en el sur están empezando a asentarse nuevamente.

Por el momento, se han identificado 35, asentadas mayoritariamente en Ávila y Segovia, lo que supone un incremento del 30% con respecto al último plan y representa el 18% de la población de lobos en Castilla y León.

Asimismo, es importante mencionar que, fruto de este trabajo técnico, se han recabado evidencias de reproducción en el 87% de las manadas, lo que significa que, "además de detectar esos grupos familiares, hemos visto que había cachorros en esas manadas".

Por provincias, León tiene los datos "más espectaculares", al contar con un área de campeo de 74 manadas, de las cuales 66 tienen su centro de actividad en esta provincia y que representan el 38,3% de las manadas de la Comunidad.

Le sigue Zamora, con 46 manadas, 38 con centro de actividad en la provincia, y representando el 23,8% de las manadas de Castilla y León. Tras ella se encuentran Palencia, con 35 manadas, 28 con centro de actividad provincial, representando el 18,1% del total; y Valladolid, con 22 manadas, 17 con centro de actividad en la provincia y representando un 11,4%.

La siguiente provincia con más manadas es Segovia, la cual ha protagonizado "un crecimiento espectacular" con 20 manadas, 13 con centro de actividad provincial, lo que supone un 10,4% del total, seguida de Burgos, Ávila y Soria.

La primera cuenta con un área de campeo de 18 manadas, de las cuales 12 tienen su centro de actividad en la provincia y suponen el 9,3 de las manadas de la Comunidad, mientras que la segunda registra 15 manadas, 12 de ellas con centro de actividad provincial, que representan el 7,8% de manadas de la Comunidad.

Por su parte, Soria suma un total de seis manadas, cuatro de ellas con centro de actividad en la provincia, que suponen el 3,1% restante. De este modo, a la cola se encuentra Salamanca con tres mandas con centro de actividad provincial, que representan el 1,6% restante de las manadas de la región.

No obstante, es importante tener en cuenta que el número de manadas detectadas se debe considerar como un valor mínimo de la población, ya que siempre existe la posibilidad de que determinadas manadas no hayan sido localizadas.

Metodología

El jefe de servicio de Espacios Naturales, Flora y Fauna, David Cubero, ha añadido que este censo se ha realizado con la misma metodología que el censo regional 2012-2013, acorde con la metodología definida a nivel nacional, de manera que el objetivo es el censo de manadas, no de individuos.

Estas se han localizado en base a evidencias de reproducción, la obtención de contactos grupales y la detección de marcaje territorial.

Así, las técnicas de campo estandarizadas para la confirmación de la existencia de manadas de lobos y para detectar su reproducción han sido el rastreo de itinerarios buscando indicios para localizar el marcaje territorial, la realización de estaciones de observación, estaciones de escucha y estaciones de fototrampeo, la principal novedad del censo.

Todo ello, después de que los técnicos encargados del censo hayan rastreado a pie 20.800 kilómetros de la Comunidad.