Castilla y León ha cerrado el tercer trimestre de 2024 con una deuda de 14.006 millones de euros. Una cantidad acumulada a 30 de septiembre de 2024, que representa el 18,7% del PIB, lo que supone una caída interanual de un 1,3%, y que es inferior en 2,6 puntos porcentuales a la media autonómica, la cual, por su parte, alcanza el 21,3%.
La media regional solo ha protagonizado un descenso interanual del 0,8%. En términos absolutos, la deuda de Castilla y León al final del tercer trimestre de 2024 es un 0,25% inferior a la de hace un año, frente al incremento del 2,36% experimentado por el endeudamiento del conjunto de comunidades.
Así lo constatan los datos del Banco de España publicados este viernes, los cuales ponen de manifiesto que la aportación de la Comunidad al endeudamiento global de las autonomías es reducida.
Tanto es así, que al finalizar el trimestre esta suponía el 4,2% del total de las comunidades, contabilizado en 333.177 millones de euros.
Cabe destacar que en el cálculo del volumen de deuda autonómica el supervisor bancario incluye los créditos reintegrables que la Administración de la Comunidad concede a las empresas, cuantificados en 215,6 millones de euros, así como el llamado “factoring sin recurso” –créditos comerciales con la Administración cedidos a entidades financieras–, que añade 202,8 millones de euros y también el endeudamiento asociado a proyectos de colaboración público-privada por 246,1 millones de euros.
El análisis del endeudamiento de Castilla y León en términos SEC 2010 (Sistema Europeo de Cuentas), revela que, atendiendo a los prestamistas, a 30 de septiembre de 2024, el mayor importe corresponde a las emisiones de deuda pública.
Y es que estas representan el 21,1%, con 2.950 millones de euros. En segundo lugar, se encuentra el Fondo de Facilidad Financiera con 1.774,2 millones de euros, en concreto el 12,7% correspondiente a préstamos concertados en los años 2015 y 2020.
Como prestamistas relevantes figuran también las entidades financieras multilaterales, como son el Banco Europeo de Inversiones y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa, con 1.310,2 millones de euros, lo que representa aproximadamente un 9,3% de la deuda de la Comunidad.
Por otro lado, el 95,4% del endeudamiento castellano y leonés correspondía a la Administración General, frente al 4,6% de universidades, organismos autónomos, entes públicos de derecho privado y empresas públicas, entre otros.
En relación a los plazos de vencimiento, el 98,5% de la deuda viva de la Comunidad está formalizada a largo plazo frente al 1,5% firmada a corto, lo que minimiza los riesgos de refinanciación.
Asimismo, el 69,8% está concertado a tipo de interés fijo y el 30,2% a variable, un reparto que permite mitigar el efecto de subidas del Euríbor y, está en su totalidad suscrita en euros.
Según destaca la Junta de Castilla y León, el "moderado" nivel de endeudamiento, en comparación con otras autonomías, es uno de los aspectos que la agencia Moody´s ha valorado favorablemente en su decisión del pasado mes de marzo de mejorar el perfil financiero de la Comunidad elevando el rating Baa1 a perspectiva positiva, ratificando de este modo la misma calificación que el reino de España.
Finalmente, es importante señalar que el Banco de España contabiliza, además, en 4.100 millones de euros la deuda de aquellas empresas públicas autonómicas que no están incluidas en el perímetro SEC 2010, sin que Castilla y León tenga asignada ninguna cuantía adicional.
De este modo, teniendo en cuenta los datos de todo el sector público autonómico, la ratio media de endeudamiento con respecto a PIB se elevaría al acabar el tercer trimestre de 2024 al 21,6%, frente al 18,7% de Castilla y León.