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Castilla y León cuenta con un número total de personas en cargos de alta dirección en las empresas cotizadas que asciende a 16, de las cuales solo dos son mujeres y 14 hombres, representando el 12'5% de los puestos directivos. 

Asimismo, la presencia de mujeres en los consejos de las empresas cotizadas con sede social en la Comunidad también es menor a la de los hombres, sin embargo, existe un mayor equilibrio en la distribución por sexo, donde las mujeres suponen el 37'5% de los cargos del consejo de administración. 

Así aparece en el 'Estudio sobre Mujeres Directivas en Empresas de Castilla y León' recogido por la agencia Ical. Esta iniciativa destaca que "resulta imprescindible superar los obstáculos aún vigentes derivados de la desigualdad estructural de género en el mercado laboral y en el ámbito de la dirección".

El estudio recogido por Ical también ofrece datos sobre la distribución de puestos para el conjunto de los datos ocupados de la Comunidad en 2023

Distribución de puestos entre los ocupados y destaca en la categoría de empleado/a que hay una distribución equilibrada por sexo, el 50'1% son mujeres. En el resto de puestos la proporción de hombres es mayor. 

En lo que se refiere a los puestos de encargado en las empresas, el 37% son para mujeres; y los mandos intermedios están ocupados por las féminas en un 43%. 

Hay que recordar que el tejido empresarial de la región está formado en su mayoría por pymes sin personas asalariadas o con plantillas que no superan los 249 empleados. Las empresas que superan dicha cifra representan un porcentaje minoritario, 139, de las cuales dos son cotizadas. 

El informe recogido por Ical, asegura que la tendencia de incorporación de la mujer a los puestos directivos es "positiva", aunque a un ritmo "más lento de lo que sería deseable", y que "el avance es imparable, a pesar de las posibles fluctuaciones del mismo".

En este sentido, expone que algunas previsiones estiman que, "si no se intensifican las acciones en este ámbito, la igualdad en los cargos de alta dirección no llegará hasta el año 2053".

El trabajo defiende la necesidad de alcanzar la igualdad en estos puestos por sus beneficios y destaca la visibilización de las empresas que lo logran como "referentes de una sociedad igualitaria y de la igualdad de mujeres y hombres".

Asimismo, defiende el enriquecimiento de la cultura organizativa; el fortalecimiento del trabajo colaborativo; la diversificación del estilo directivo; la mejora de la competitividad; y la consolidación del compromiso social de la empresa con la igualdad de mujeres y hombres y con los objetivos de la Agenda 2030.

El análisis recogido por Ical, expone como factores que favorecen la presencia de mujeres en puestos directivos, las políticas públicas orientadas a la promoción de las carreras profesionales, así como la cultura organizativa de la empresa comprometida con la igualdad en el ámbito laboral; y las estrategias profesionales. 

Al contrario, el estudio identifica como trabas las exigencias del puesto directivo; el menor número de referentes visibles de mujeres en cargos directivos; dificultades para la conciliación laboral ý familiar; la socialización recibida; y la desmotivación personal.

Igualmente, apunta a que algunas condiciones laborales dificultan el desarrollo de la carrera profesional, y el efecto de tres fenómenos: techo de cemento, techo de cristal y síndrome de la impostora.

Entre los planteamientos para conseguir la igualdad que hace el trabajo de CEOE, están mejorar la formación en esta materia, y potenciar que la cultura de la organización esté comprometida con la igualdad en los puestos de liderazgo.

Además, se apuesta por reducir el efecto de los factores que dificultan el acceso y el mantenimiento de las mujeres en los puestos de dirección; generar espacios de comunicación y visibilización del liderazgo ejercido por las mujeres; y profundizar en el conocimiento de la situación de las mujeres directivas en Castilla y León.