Tres pueblos de Castilla y León, entre los más románticos de España según Condé Nast Traveler
Destinos llenos de belleza, encanto y amor, que conquistan a los miles de turistas que los visitan cada año.
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Castilla y León alberga multitud de pueblos llenos de cultura, patrimonio, tradición y, sobre todo, mucha belleza. Territorios de todo tipo que, por unos motivos u otros han logrado captar la atención, no solo de turistas, sino también de críticos y expertos.
Prueba de ello es que recientemente la prestigiosa revista Condé Nast Traveler ha seleccionado tres pueblos de la región entre los más románticos de España.
Su encanto, su paisaje o bien su historia los ha convertido en localidades capaces de conquistar hasta a los turistas más exigentes y donde, según la publicación, "se respira mucho amor".
Son, en definitiva, destinos perfectos para disfrutar de una escapada romántica absolutamente inolvidable.
Uno de ellos es Pedraza, un municipio segoviano, considerado uno de los más bonitos de la provincia y de España, que invita al visitante a viajar en el tiempo hasta la época Medieval.
Se trata de una villa situada a 40 kilómetros de la ciudad de Segovia y llena de indudables encantos, entre los que destacan su espectacular castillo, visitable desde que pasó a manos de Santiago Segura, José Mota y Luis Álvarez; sus calles empedradas y, por supuesto, la denominada Puerta de la Villa.
Otro de los pueblos más románticos según Condé Nast Traveler es Astorga (León), un destino que, según la citada publicación, enamora por su arquitectura, pero también por su famosa gastronomía, de la que destaca el mítico cocido maragato, el bacalao al ajo arriero y su magnífica cecina.
En cuanto a su patrimonio arquitectónico, es importante señalar que todo turista que visite la ciudad quedará absolutamente prendado de su catedral, así como de una de las pocas obras que Gaudí realizó lejos de su tierra natal y también una de las más bellas e importante, el Palacio Episcopal.
Según Condé Nast, un castillo concebido como "un lugar hiperromántico para todo enamorado", que hoy funciona como sede del Museo de los Caminos.
La iglesia de San Bartolomé, la Casa Granell o el Ayuntamiento son otras de las paradas obligatorias de Astorga.
El tercer y último pueblo seleccionado por Condé Nast Traveler es Béjar, un pueblo salmantino en el que pasear por los jardines históricos de El Bosque de Béjar se ha convertido en uno de los planes más románticos habidos y por haber.
Estos permiten contemplar un parque señorial del siglo XVI que alberga un gran estanque, arboledas y hasta un palacio en el que acontecieron magníficas fiestas literarias en las que intervinieron prestigiosos escritores como Góngora.
Ahora bien, la iglesia de Santa María la Mayor, la iglesia de El Salvador, el santuario de la virgen del Castañar, la iglesia del Pilar y San José, la muralla medieval, el monumento a Miguel de Cervantes y sus múltiples museos tampoco pasan inadvertidos para los miles de turistas que visitan el municipio cada año.