La Consejería de Sanidad ha vacunado a los dos capellanes de una residencia de mayores de Sotillo de la Adrada (Ávila) porque así lo solicitó el centro, ya que "acuden a diario a oficiar misa", según la Delegación Territorial y la propia residencia.
Se trata del párroco de Sotillo, Cecilio Jiménez, de 58 años, y su coadjutor, Nicolás Ruiz, de 34 años. La polémica, destapada el pasado lunes por Noticiascyl tras recibir la denuncia de una persona del entorno de la propia residencia, está motivada porque ninguno de los dos sacerdotes son residentes ni trabajadores de la residencia Virgen de los Remedios - Hijas de la Caridad, tal y como contempla el protocolo del Ministerio de Sanidad que ha adoptado la propia Junta de Castilla y León ni en la Fase 1 ni sucesivas, tampoco por su edad.
La residencia Virgen de los Remedios explicó en un comunicado que "todas las personas que han recibido la vacuna" lo han hecho "con la correspondiente autorización de las autoridades sanitarias, y cumpliendo el protocolo de vacunación y las exigencias marcadas en el mismo", por ser "personas que acceden periódicamente a prestar servicio de capellán en nuestro centro".
La Delegación Territorial ha señalado que se atendió la petición porque la residencia lo pidió, ya que "van diariamente a celebrar misa y a asistir espiritualmente a los residentes". Por eso, según la Junta, "los técnicos de Sanidad entendieron que sí, al igual que se vacuna a personal de limpieza, de mantenimiento y fisioterapeutas que están en contacto con los mayores, porque el objetivo es que los mayores estén con las mayores garantías". Según la residencia, la primera dosis se inyectó el 15 de enero y la segunda este martes.
Llama la atención, sin embargo, y según el ACUERDO 76/2020, de 3 de noviembre, de la Junta de Castilla y León, por el que se establecen los niveles de alerta sanitaria y se aprueba el Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 en la Comunidad de Castilla y León, que para las residencias públicas y privadas de personas mayores y de personas con discapacidad, establece que presten su labor asistencial "con las limitaciones y requisitos que se establecen en la «Guía de actuaciones para las residencias y centros de día públicos y privados de personas mayores y de personas con discapacidad durante la situación de crisis sanitaria por COVID-19 en Castilla y León», y de acuerdo con las siguientes reglas y límites en función del nivel de alerta. Para el Nivel 4, en el que nos encontramos en la actualidad (y también en el momento en el que se autorizó la vacunación de los dos capellanes que asisten diariamente desde el exterior del centro), las visitas se permiten "únicamente en circunstancias individuales en las que sean de aplicación de medidas adicionales de cuidados y humanización o situaciones de final de la vida, que adoptará la dirección del centro y sin perjuicio del uso de formas alternativas de contacto entre los residentes y sus familiares tales como videoconferencias, llamadas telefónicas, videollamadas o similares".
Por el momento se desconoce si esta situación se ha repetido en otras residencias de la provincia de Ávila.