En declaraciones a Ical, Javier Fernández señaló que, durante estos tres últimos días, ha estado siguiendo desde la distancia, por las noticias, las redes y a través del contacto telefónico con familiares y amigos, la evolución del fuego, pendiente de los cambios del viento para “ver hacia dónde iban las llamas y si podían llegar a los pueblos”.

Esto último le ha generado “preocupación e impotencia”, al no estar en el lugar para “saber cómo está la situación” y “querer hacer cosas pero poder hacer poco”, pero principalmente “tristeza” porque el fuego se haya originado en el término municipal de la localidad de su familia y donde él pasó tanto tiempo durante la infancia, de la que es Hijo Adoptivo desde 2019 y a la que vuelve siempre que puede.  

“Me vienen todos los recuerdos, y que sea en mi propio pueblo o en los alrededores, es una noticia triste no solo por lo material, sino por la vegetación que se va a perder en las montañas, por el ganado que allí había y por las personas que viven allí y que está pasando momentos difíciles”, explicó Javier Fernández, que definió las noticias e imágenes del incendio como “impactantes”.

Agradeció, no obstante, que en el lugar se encuentren “grandísimos profesionales trabajando día y noche”, entre ellos un primo suyo bombero que le explicó que “un fuego así, con esta situación de calor y viento, que por la noche no se puede atacar con helicópteros y aviones, es muy complicado de apagar”.

Por ello, agradeció tanto a los bomberos como a los técnicos del Servicio de Medio Ambiente de la Junta, así como al personal de la UME y a los vecinos, su labor para que “el fuego se termine dentro de poco”, y mandó a todos ellos un mensaje de “muchísima fuerza y ánimo en este momento complicado que esperemos que acabe pronto”.

Pidió asimismo Fernández que a las personas afectadas “les lleguen ayudas” para que puedan “regresar a su vida normal cuando antes”, aunque reconoció que “siempre les durará el susto”, y ofreció su mano “en lo posible” para que llegue esa ayuda a los afectados.

Y es que el doble campeón del mundo de patinaje artístico afirmó que “si en estos momentos no nos apoyamos unos a otros, cuándo lo vamos a hacer”, recordando que se trata de “pueblos muy pequeños” donde existe la “solidaridad entre los vecinos” pero que, ante un incendio de esta magnitud, necesitan muchas más ayudas para “recuperar sus negocios y su ganado” además de un medio natural que ha sufrido una “catástrofe” y para el que también pidió estudiar “si hay que hacer alguna repoblación”.