A raíz de la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al municipio de Sotalbo, uno de los afectados por el incendio de Navalacruz, el presidente de Por Ávila, José Ramón Budiño, ha recordado que este fuego ha sido el más grave que han sufrido Ávila y Castilla y León en su historia, así como el tercero más grande de la historia de España, con cerca de 22.000 hectáreas de superficie arrasada, según las estimaciones de la Junta de Castilla y León.
Sin embargo, este suceso, en el que han intervenido de forma importante dotaciones de la UME, no ha sido el único al que ha tenido que enfrentarse la provincia el último mes, dado que los especialistas de Defensa también han tenido que intervenir en el incendio que hace unas semanas arrasó 220 hectáreas de superficie agrícola y forestal en el poblado de El Burguillo, entre El Tiemblo y Cebreros, o en el de El Raso (Candeleda), donde han ardido también cerca de 220 hectáreas.
Y ello –ha señalado el presidente de Por Ávila- "sin sumar las hectáreas y toda la superficie calcinada que se ha llevado el fuego por delante en los últimos años en la provincia abulense y los incendios en los que ha sido necesaria la intervención de esta unidad militar".
“Es evidente que Ávila presenta una orografía compleja y unas características singulares que hacen que la presencia de una unidad militar de emergencias sea imprescindible”, ha señalado Budiño, quien también ha recordado que ya las Cortes de Castilla y León, a raíz de una Proposición No de Ley presentada en octubre de 2020 por esta formación política, aprobaron por unanimidad solicitar la instalación de una unidad de estas características en Ávila.
Ya en ese momento se valoró la instalación en Ávila de esta dotación no solo para contribuir a la lucha contra la despoblación y también para seguir la política del Gobierno de la nación de descentralizar servicios, sino también por el hecho de que contar con una unidad militar que tenga su base y acuartelamiento en Ávila permitiría actuar de una forma más rápida y efectiva frente a los incendios forestales y las inclemencias meteorológicas, como las lluvias o las nevadas, frecuentes en la capital y provincia, especialmente en los meses de otoño e invierno.
“El incendio de Navalacruz, que pasará desgraciadamente a los anales, no hace sino corroborar la necesidad de contar con una base de la UME en Ávila”, ha concluido.