Los muros y las bóvedas de San Juan Bautista, buena parte de ellos en restauración desde el pasado verano, acogieron anoche el primer concierto de marchas procesionales que se celebra en Castilla y León desde que comenzó la pandemia de la covid-19.Con el objetivo de recaudar fondos para sufragar las obras, la Hermandad de Ntra. Sra. de la Esperanza y la Agrupación Musical Cristo Yacente, de Salamanca, unieron sus fuerzas para dar lugar a una velada que “anticipa  lo que todos queremos: volver a vivir una Semana Santa en las calles como hicimos hasta 2019”, explica el presidente de la Corporación abulense, Sergio Fernández.

El repertorio comenzó con ‘Resucitó’ y continuó con ‘Virgen de la Paz’, ‘En la Cena del Señor’ y ‘Consuelo gitano’ durante la primera parte. Tras un breve descanso, la segunda mitad del concierto prosiguió con ‘La esperanza de María’ y ‘Orando al Padre’, para concluir con el bis ‘Salve Rabbí’, la marcha dedicada a Ntro. Padre Jesús de la Salud, Titular de la Hermandad y compuesta por Héctor Tavera, director musical de Yacente. Un nuevo bis de ‘La esperanza de María’, respondiendo al deseo del público, y el himno nacional pusieron el broche final.

Esfuerzo enorme

Tanto Sergio Fernández como Héctor Tavera se dirigieron a los asistentes para destacar “el esfuerzo enorme que ha supuesto mantener viva la llama de las formaciones musicales de la Semana Santa en un contexto de incertidumbre como el que ha supuesto la pandemia”. Tavera destacó “la ilusión, la valentía y la entrega de sus músicos, que han estado casi dos años ensayando sin saber cuándo ni cómo podrían volver a tocar”.Por su parte, Fernández recordó “la amistad que nos une a Yacente después de más de diez años acompañando a nuestro paso de Misterio, habiendo logrado una simbiosis perfecta entre la banda y el paso, y colaborando unidos siempre que nos necesitamos”.

De este modo, el presidente anunció que propondrá a la Asamblea General de la Hermandad la concesión a la Agrupación Musical de la Medalla de Plata de la Corporación, “para que la puedan lucir en su estandarte el próximo 11 de abril, Lunes Santo, si Dios quiere”.



Los asistentes al concierto contribuyeron a las obras de restauración de San Juan con donativos voluntarios que depositaban a la entrada del Templo. Las obras se centran en la sustitución de las cubiertas de las capillas del lado del Evangelio y de parte del presbiterio, desde las que se producían filtraciones de agua con el consiguiente deterioro de las bóvedas y de los muros.