Candeleda (Ávila) puede presumir de haber albergado a un primer ministro británico. Cualquiera que haya estado en el municipio abulense en los años 90 o que estuviese pendiente de los medios por aquella época sabe de quién se trata: John Major, que escogió este pueblo como hogar vacacional frente a otros destinos más frecuentes entre mandatarios. Y lo hizo durante años.
A principios de la década de 1990, diferentes medios de comunicación de todo el país se hacían eco de la visita de John Major a Candeleda, donde acudía para pasar sus vacaciones junto a su familia en la finca El Catalejo, perteneciente a la familia Garrigues Walker. El municipio de la provincia de Ávila acabó convirtiéndose en la principal elección del ex primer ministro británico como lugar de descanso estival, aunque la relación de Major con el pueblo abulense había comenzado antes de ser mandatario, cuando era ministro de Asuntos Exteriores y, posteriormente, de Hacienda.
Durante unos días, Candeleda se acostumbraba a la presencia de escoltas y a ser el centro de todas las miradas. Para los vecinos del pueblo, John Major "siempre es bien recordado". Así lo manifiesta la candeledana Marcelina Rodríguez, a punto de cumplir 92 años, que hace tres décadas fue guardesa, junto a su marido Félix, de la finca donde se alojaba el ex primer ministro del Reino Unido y tuvo la posibilidad de entablar una relación cercana con este.
La barrera idiomática impedía que el primer ministro pudiese comunicarse en perfecto español con Marcelina y su familia y en aquel momento muy poca gente hablaba inglés, "pero nos entendíamos", señala la candeledana. John Major "era un hombre comedido y tranquilo, le gustaba estar solo escribiendo o leyendo y era poco hablador, pero nos trataba muy bien y siempre nos daba las gracias por todo", rememora.
A pesar de que el exmandatario inglés "venía a descansar y a estar tranquilo, no dejaba de ser una persona cercana, accesible y sin ningún reparo cuando intentábamos hablar con él", narra. Además, aunque existía el condicionante del idioma, "nos trataba como una familia, era muy agradable". En aquel momento, John Major era primer ministro en el Reino Unido, pero "parecía mediterráneo, amable y muy sencillo".
Major, quien habría podido escoger grandes casas u hoteles de lujo frente a cualquier playa, "prefería Candeleda", recuerda Marcelina Rodríguez. Es por ello que el exmandatario volvía regularmente al municipio al llegar las vacaciones, aunque ella y su marido finalmente se despidieron de la finca que lo alojaba cuando se jubilaron y dejaron de ser los guardeses. Pero no por ello Major se olvidó de quienes le habían atendido durante sus diferentes estancias en el pueblo, y posteriormente, "vino dos veces a vernos aunque ya no trabajábamos en la finca, y después a darme el pésame tras el fallecimiento de Félix", rememora la candeledana.
Homenaje
Sus continuas visitas desde hace 30 años ponen de manifiesto que a John Major "le encanta Candeleda", y el pueblo también está encantado de recibir al que fuera primer ministro inglés. Por ello, en el año 2013, el Ayuntamiento decidió hacerle un homenaje y poner su nombre a una avenida que da entrada al municipio, en un acto que contó con la presencia de diferentes personalidades del mundo de la política.
El entonces alcalde, José María Monforte, declaró que Major "ama Candeleda y ha paseado el nombre del pueblo por todo el mundo". Agradecido, el político, que acudió acompañado de su esposa Norma, manifestó su deseo de "seguir viniendo durante muchos años" al que considera su "segundo hogar", para "descubrir la auténtica España", lejos de las playas y la afluencia masiva de turistas de otros países, pero con un encanto especial.
En su discurso, Major no se olvidó de mencionar a su "amiga Marcelina", también presente en el homenaje.