El PSOE de Ávila se ha sumido en una espiral fratricida a menos de un año de las elecciones locales de 2023. Una guerra civil se ha desatado en el seno de los socialistas abulenses, que ha abierto en canal a un partido que no gobierna ni el Ayuntamiento de Ávila ni la Diputación, pero en el que confiaron en 2019 casi 24.000 votantes, un 24,8% de los electores, lo que se traduce en 306 alcaldes y concejales. El PSOE de Ávila tiene, además, dos representantes en el parlamento de Castilla y León, un diputado y un senador.
El último “escándalo”, sin apenas eco más allá de las murallas de Ávila, llega con la expulsión de seis diputados provinciales: el alcalde de Cebreros (3.246 habitantes), Pedro Muñoz; el de La Adrada, Roberto Aparicio; Silvia Llamas, concejala de El Hoyo de Pinares; la alcaldesa de El Hornillo, Visitación Blázquez, y la de Navarrevisca (272), Leticia Sánchez; y también de José Martín, alcalde de Arevalillo bajo las siglas del PSOE pero que no es militante. El pleno que este lunes celebra la Diputación de Ávila decidirá el futuro del grupo político provincial.
Todo comenzó en las primarias de octubre de 2021, a las que concurrían Jesús Caro, secretario general del PSOE de Ávila y alcalde Pajares de Adaja, y la aspirante Leticia Sánchez (alcaldesa de Navarrevisca). El resultado, muy ajustado, proclamó reelegido a Caro con tan solo 38 votos de diferencia. Sin embargo, el proceso fue impugnado ante la Audiencia Provincial de Ávila, donde se han impugnado 117 votos y se han denunciado hechos tan graves como que en el censo había familiares fallecidos del secretario provincial y candidato, que a la postre suponían un delegado más en el congreso. O que en la agrupación de La Moraña había más de 200 militantes, cuando el pueblo tiene 100. “A las urnas fueron trabajadores búlgaros y rumanos que son temporeros, gente que está de paso y que ni saben lo que es el PSOE ni lo que significa”, denuncia Roberto Aparicio, alcalde de La Adrada y uno de los expulsados. También piden que se investiguen qué números de cuenta figuran en esas afiliaciones, y si llegaron a pagar siquiera la primera cuota. El proceso judicial sigue en marcha, tras haberse practicado las diligencias preliminares, y pendiente de juicio y sentencia.
Meses después, el enfrentamiento se traduce en represalia: Jesús Caro decide cambiar el portavoz de la Diputación de Ávila para apartar a Pedro Muñoz, uno de los críticos, y colocar a María Ángeles García Salcedo, afín a la ejecutiva. Como no acataron la orden, el PSOE de Ávila decidió expulsar a los insumisos, los cinco diputados en cuestión, que contraatacaron expulsando los dos únicos diputados socialistas que habían respaldado a Jesús Caro, una de ellas la que la ejecutiva proponía como nueva portavoz. A finales de mayo, el juzgado desestimó las medidas cautelares solicitadas por algunos de estos diputados para paralizar el expediente de expulsión del PSOE.
La situación no puede ser más rocambolesca, y ha obligado al secretario de la Diputación Provincial a emitir un informe para clarificar en qué situación se encuentran los diputados: si están expulsados del grupo socialista los cinco diputados expulsados del PSOE, o si por el contrario lo están los dos afines a Jesús Caro, expulsados del grupo por los diputados ‘insumisos’. Este lunes se conocerá la decisión en el pleno convocado por la institución provincial. El propio informe del secretario predispone a la polémica, ya que si “hace cuatro días” apelaba a la normativa autonómica para justificar el paso a diputado no adscrito de Alberto Encinar, alegando que son los grupos quienes regulan y no el partido, parece que ahora “sorprendentemente” aplica la norma de las cámaras nacionales, que dice justo lo contrario.
Sea como fuere, la herida está abierta y sangra a borbotones. Con las elecciones municipales a menos de un año vista, están en juego las candidaturas de alcaldes socialistas que gobiernan con mayoría absoluta e incluso algún escaño nacional. Arevalillo, Navarrevisca, Cebreros y La Adrada tienen alcaldes socialistas. De los seis expulsados, dos son alcaldes de los diez pueblos más grandes de la provincia de Ávila, y cuatro de ellos con mayoría absoluta. También está la alcaldesa de El Hornillo y la portavoz socialista de El Hoyo de Pinares.
Expulsados por un grupo de amigos
“Hemos sido expulsados por un grupo de amigos que formó una ejecutiva que es interina hasta que el juez no lo confirme (que lo puede confirmar)”, asegura Roberto Aparicio, diputado provincial y alcalde de La Adrada, quien explica que han recurrido a la Comisión de Garantías del PSOE “para que nos proteja”.
Incluso denuncian la falta de limpieza del expediente por el que se les expulsó de las siglas socialistas, en el que “no se toma en cuenta nada” y “el marido de la portavoz de la ejecutiva es el instructor de nuestro caso en el PSOE de Ávila. Lo recusamos y se nos responde que no tiene ningún sentido porque es ajeno a la ejecutiva. ¡Pero si viven en la misma casa!”.
Subraya que los expulsados son personas “emblemáticas” en el partido, “que ganan elecciones y que llevan años representando a sus vecinos”. “No hay nada normal de lo que ha pasado, nadie lo comprende, ni los propios ni los extraños, salvo el club de amigos que forma la ejecutiva actual, no se entiende que se quiera quitar a un portavoz de la valía de Pedro José Muñoz y sustituirle por una persona que ha sido alcaldesa de su pueblo y no ha sido reelegida por sus propios vecinos”, lamenta.
Luis Tudanca y Ana Sánchez miraron para otro lado
De lo ocurrido señala a Adriana Lastra, quien ayer anunció su dimisión, “y tampoco sabemos que va a pasar con Santos Cerdán”. Pero culpa especialmente a Luis Tudanca y a Ana Sánchez de haber mirado para otro lado, a pesar de que incluso la propia Sánchez menospreciaba en privado la valía de Jesús Caro. “Ha sido una operación para que cayera Pedro Muñoz y lo demás daba igual”. Pero Aparicio va más allá, y no duda en asegurar que “Ana Sánchez está hundiendo al PSOE autonómico, empezó por Zamora y ahora sigue por Ávila”, y que con las declaraciones que hizo en Ávila sobre la negociación de los presupuestos de la Junta con Por Ávila “propició unas elecciones autonómicas”.
“El resultado electoral va empeorando cada día, así que muy bien no lo están haciendo. Entiendo que pueblecitos de Gredos no le importemos, pero gracias a ellos se ganan elecciones”, sentencia. Y es que el PSOE obtuvo más votos al Senado en el municipio de La Adrada a pesar de que el candidato popular es de esta localidad.
“Nosotros nos sentimos enfadados, defraudados y todos los adjetivos posibles. No somos ni más socialistas ni menos que los que hay en el partido, pero bajo esas siglas hemos trabajando y defendido a nuestros vecinos”. Y anuncian: “Nosotros queremos seguir trabajando para mejorar la vida de nuestros vecinos, desde las siglas que sean. Pero lo que está claro es que sentimos una injusticia absoluta, ha sido un proceso sin garantías pero garantizamos que seguiremos luchando por nuestros municipios”.