Nadie se acordaba ni de la pandemia ni de los incendios. Era el momento de disfrutar y así se vivió la XV edición de 'Músicos en la Naturaleza' que consiguió reunir este sábado a 11.000 espectadores en Hoyos de Espino (Ávila) para disfrutar de la música y de la vida.
Para esta edición se contó con tres músicos como Leiva, Iván Ferreiro y C. Tangana, precedidos por los teloneros Ainda, los primeros en subirse al escenario. El cierre estuvo reservado para el músico que más público concentra actualmente en conciertos y festivales, el madrileño C. Tangana, con su cuidado espectáculo de su gira 'Sin cantar ni afinar'.
Al concierto acudió el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, quien explicó que era "una ilusión" recuperarlo "después de dos años", porque "la gente lo necesita", necesita "esta alegría y la alegría que se ve en la hostelería, en los alojamientos, el movimiento. Es lo que buscábamos, que la gente conozca esta maravilla y vuelva, que es de lo que se trata".
El dúo Ainda se encargó de abrir el concierto con su voz, su guitarra o incluso sacando una cámara para grabar al público. Después le llegó el turno a Iván Ferreiro, que nada más salir al escenario con su banda levantó a todo el público que estaba sentado en el suelo. Comenzaron a bailar, gritar y corear las canciones. Sin duda tenía un buen grupo de incondicionales aunque él mismo se definiera como "el aperitivo", lo que el público no estaba dispuesto a aceptar. "Voy a hablar menos y cantar más", dijo, y así lo hizo con canciones como 'Casa, ahora vivo aquí', 'Toda la verdad' o 'M', entre las primeras del repertorio del concierto.
Vestido de negro, con muy buen sonido, empezó con mucho ritmo con el micro de pie, llevándolo a la mano, incluso bajando al suelo junto a uno de los músicos o con algún pase de baile. La experiencia en el escenario se notaba y lo demostraba a cada compás. También el agradecimiento al público al que señaló al cantar «estaban todos los que importan». Y en esos todos estaba una de las canciones más conocidas, aquella que recordaba que «no te echaré de menos en septiembre».
Con esta actuación, que terminó con el estreno de una nueva canción, 'En las trincheras de la cultural pop', poco a poco se fue perdiendo luz en el cielo pero no ánimo en los presentes ante el turno de Leiva.
Tras la cuenta atrás para la salida de Leiva, el escenario se llenó de rock con una actuación coreada por el público donde las letras y la voz es tan importante como la música. Con un escueto "gracias" para el público de Hoyos del Espino Leiva se mantuvo en el escenario con su camisa roja (a juego con las luces en el escenario), pantalón negro y sin que faltará su guitarra.
Comenzó por todo lo alto con 'Terriblemente cruel' y a partir de ahí no bajó el ritmo ante un público completamente entregado. 'La lluvia en los zapatos', 'Lobos' o 'Guerra Mundial' iban sonando mientras se veían proyecciones en las pantallas y la inconfundible voz del artista. No faltaron momentos álgidos con canciones como 'Sincericidio', en la que invitó a cantar.
Después se dirigió otra vez al público para dar las gracias por estar «en un lugar tan flipante» y recordar sus «otras veces» en el festival de Gredos, tocando con Pereza o como público. «Es un lujo estar en este paraje» y quiso hacer un reconocimiento al público porque es consciente, dijo, de lo que «implica pagar una entrada». Continuó su actuación acompañado en una pieza musical de su predecesor, Iván Ferreiro.
Recta final
C. Tangana salió al escenario y se llevó al público de calle. Lo hizo con una apuesta clara por la grandiosidad, tanto por la compañía de músicos como por el escenario. Recreó un bar, con mesas, barra e incluso se tomó un chupito a la salud del público de Gredos.
En la propuesta, como si de la grabación de una película se tratase, presentaba a los personajes. Vestido con traje negro, paseó por la pasarela con toda naturalidad, a veces acompañado por algún músico.
En su conocida pieza 'Ateo', tuvo la compañía de Lucía Fernanda sobre el escenario, con la que bailó demostrando que los conciertos de C Tangana es algo más que escuchar música, es un espectáculo.