Ayer Ávila acogió la presentación oficial de Félix Sanz, como candidato a la alcaldía de Arévalo. Un acto en el que el coordinador estuvo acompañado por la diputada nacional, Georgina Trías; el presidente de VOX Ávila y procurador en las Cortes de Castilla y León, José Antonio Palomo; y el viceconsejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, D. Pedro Medina.
Tal y como ha informado la Agencia ICAL, el candidato aclaró que el motivo que le ha impulsado a dar este importante paso no es otro que el hecho de que sus hijos "puedan seguir viviendo de manera digna donde lleva su padre haciéndolo durante 40 años", y que su principal objetivo es "volver a relanzar Arévalo y darle la importancia que tiene en su comarca y en la provincia".
La diputada nacional quiso centrar su intervención en las iniciativas que se han llevado a cabo desde el Congreso para defender Ávila, en otras cuestiones de gran relevancia como la despoblación, la familia, la eutanasia, el aborto, la natalidad, la ley del Sí es Sí, y "la nueva ocurrencia de la ley de biodiversidad familiar", así como en la apuesta de su partido por "reforzar la seguridad y apoyar" a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado "ante la falta de seguridad que cada vez está más presente en los municipios".
Por su parte, José Antonio Palomo, que ejerció de moderador del acto, no solo destacó la familia "frente a los ataques 'progres' y a la falta de apoyo económico e institucional", sino que también quiso ensalzar la economía local "frente al elevado coste de la vida, la precariedad laboral y la deslocalización"; los comercios de proximidad, la seguridad y la tranquilidad "frente a las políticas de fronteras abiertas de las élites que han importado inseguridad, han provocado ruina y han dinamitado el vínculo social"; la cultura e identidad de los barrios "frente a la dejadez de la administración y el globalismo; y los hogares "frente a la saturación de los cascos históricos, la especulación y la corrupción política que han disparado los precios de la vivienda".
Además, el político incidió en la idea de que "en Vox sabemos que hay cosas que merece la pena conservar y que hoy están en grave riesgo" y trató de poner en valor las necesidades y costumbres, pese a que, desde su punto de vista, "han quedado relegadas a un segundo plano por intereses comerciales, políticos y especulativos", lo que, para él, "ha transformado los pueblos en lugares inseguros y descuidados".
Finalmente, el viceconsejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural optó por criticar las decisiones "que se toman desde los despachos, que imponen las agendas globalistas y que no tienen nada que ver con la realidad que sufre el mundo rural".
"Europa lleva un camino cada vez más equivocado, criminalizando al sector agrícola y ganadero e impidiéndole hacer tareas que llevan haciendo durante toda su vida. Lo que más preocupa en Europa es la polinización de las mariposas, la biodiversidad y el cambio climático, e imponer la moda de comer insectos", añadió antes de confesar que él es más de "comer buen chuletón" o incluso un tostón de Arévalo.
Al igual que sus compañeros, Medina también cargó contra el Gobierno central por sus políticas sobre la gestión del agua, las burocracias medioambientales y a la problemática sobre el control de población del lobo, entre otras cuestiones, y, por todo ello, defendió el "luchar contra las duplicidades institucionales y administrativas", como según él se está haciendo desde el Gobierno de Castilla y León y, fundamentalmente, desde la vicepresidencia de Juan García-Gallardo, como principal solución a esta situación.