El Partido Popular aspira a reconquistar uno de sus principales feudos históricos en Castilla y León en las elecciones municipales de este domingo: la ciudad de Ávila. Los populares han optado por una candidata con una dilatada experiencia tanto en la política autonómica como nacional, Alicia García, exconsejera de Cultura y Turismo y de Familia e Igualdad de Oportunidades y diputada desde 2019 en el Congreso de los Diputados. Su reto: desbancar de la Alcaldía a Jesús Manuel Sánchez Cabrera, de Por Ávila –escisión de los populares en 2019– que arrebató hace cuatro años el bastón de mando de la ciudad al PP después de 28 años ininterrumpidos de Gobierno.

Durante los últimos cuatro años, Sánchez Cabrera ha goberando el Consistorio abulense gracias al apoyo de los dos ediles de Ciudadanos, que sumados a los 11 de la formación provincialista hacían la mayoría absoluta de 13 concejales. Pero la previsible desaparición de la formación liberal del Ayuntamiento, y el retroceso de Por Ávila, al que apuntan la mayor parte de encuestas, ha abierto una ventana de oportunidad para el PP en el que fue uno de sus feudos históricos en la región durante décadas.

A tenor de los sondeos, Por Ávila y el Partido Popular podrían empatar en representantes con entre ocho y nueve ediles cada uno. De este modo, la formación de Sánchez Cabrera perdería entre dos y tres concejales que serían los que sumaría el PP y que complicarían de forma considerable la gobernabilidad en el Ayuntamiento. La necesidad de acuerdos se haría imperiosa y tanto el PP como Por Ávila se verían obligados a establecer un diálogo con todas las fuerzas que obtuvieran representación.

El pacto PP-Por Ávila

La opción más plausible sería la de un acuerdo entre las dos formaciones conservadoras. Por Ávila es una escisión de los populares y el propio Sánchez Cabrera fue un destacado militante del PP abulense hasta la fundación del nuevo partido, por lo que la cercanía ideológica con sus antiguos compañeros de partido es evidente. No obstante, las rencillas personales tras la abrupta salida podrían complicar el acuerdo. 

Además, cuestión fundamental será, en el caso de un empate en número de concejales, cual de los dos partidos obtenga un mayor porcentaje de voto. En el caso de que el PP supere a Por Ávila, como aseguran algunos sondeos, la formación provincialista se vería obligada a dar el bastón de mando a Alicia García en el caso de pactar, con lo que Sánchez Cabrera podría buscar otras alternativas.

La opción del PSOE como bisagra

Otra posibilidad sería que Sánchez Cabrera buscase el apoyo de los concejales del PSOE en el Consistorio para lograr la Alcaldía. A tenor de las encuestas, los socialistas, encabezados por Eva Arias, lograrían un resultado muy similar al de los últimos comicios de mayo de 2019, manteniendo al menos cinco de los seis ediles con los que cuenta actualmente, que sumados a los ocho o nueve de Por Ávila completarían la mayoría absoluta.

A pesar de la distancia ideológica entre ambos partidos, Por Ávila ha tratado de presentarse desde su formación como un partido "ni de izquierdas ni de derechas", capaz de pactar a un lado o a otro para defender únicamente "los intereses de los abulenses" y tendrían una buena ocasión de tratar de mostrar esa supuesta transversalidad llegando a un acuerdo de gobernabilidad con el PSOE.

La irrupción de Vox y de Podemos-IU

Dos formaciones que en la actualidad no cuentan con representación en el Ayuntamiento de Ávila podrían irrumpir en el Consistorio tras los resultados electorales de este domingo: Vox y la coalición entre Podemos e Izquierda Unida. La formación dirigida por Juan García-Gallardo a nivel regional podría obtener hasta dos concejales en una candidatura encabezada por el economista José Manuel Lorenzo, aunque tendrá muy difícil jugar un papel crucial en la configuración del nuevo equipo de Gobierno municipal.

La suma entre PP y Vox, la opción preferida de la candidatura de Lorenzo, no se acercaría a la mayoría absoluta y quedaría, pues, como un actor irrelevante. La coalición entre Podemos e Izquierda Unida, por su parte, podría aspirar a entrar en el Ayuntamiento con un concejal, su candidata Jimena Manteca, pero su relevancia se limitaría a poder favorecer un Gobierno entre Por Ávila y el PSOE si se diesen las circunstancias. Una dura batalla en un feudo tradicionalmente conservador que podría volver a manos del PP si Por Ávila no lo impide.