La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila valora positivamente la sentencia dictada por el juzgado de lo Penal número 1 de Ávila por la sentencia que condena a J. F. L. por un delito contra la seguridad colectiva como autor de un incendio por imprudencia grave. Los hechos tuvieron lugar el 3 de junio de 2019 en la localidad abulense de El Hoyo de Pinares. Tal y como recoge la sentencia, J. F. L. “procedió a quemar unos papeles, junto a excrementos de caballo que tenía en el interior de una lata, sin que para ello adoptara la más mínima medida de seguridad o precaución para que el fuego se propagara”.
“Ante la inexistencia de medidas de seguridad y la falta de cuidado del acusado para controlar la quema que estaba realizando, el fuego comenzó a prender el pasto de alrededor”. El incendio forestal provocado afectó a 238 hectáreas de superficie arbolada (pinar y monte bajo) y 74 de desarbolada (pasto y viñedo).
El incendio quedó controlado (y extinguido) el 5 de junio tras las tareas del dispositivo contra incendios forestales gestionado por la Junta de Castilla y León. El coste total de extinción fue de 104.325,59 euros, cantidad que deberá ahora abonar el condenado.
La sentencia establece el perjuicio causado a 168 hectáreas de montes de utilidad pública propiedad del Ayuntamiento de El Hoyo de Pinares en 627.766 euros debido a los daños en maderas, pérdidas de leñas, frutos, pastos y caza y los costes de restauración. Las 144 hectáreas restantes, propiedad de particulares, sufrieron un perjuicio valorado en 6.854,40 euros. También se causó daño en aguas subterráneas del Dominio Público Hidráulico por 1.265,54 euros. El condenado también deberá abonar estas cantidades (más las costas procesales).
La Junta de Castilla y León insiste en pedir a la población que extreme las precauciones, ya que es esencial para evitar que los incendios forestales se produzcan durante todo el año. Solo un porcentaje muy bajo de los incendios se producen por causas naturales; la inmensa mayoría de los incendios (más del 90%) derivan de la intervención humana, ya sea imprudente o intencional. Es decir, que una inmensa mayoría de los incendios se podrían evitar observando las normas establecidas y adoptando las debidas medidas preventivas y de seguridad.
También resulta capital la colaboración de la población en la denuncia del que prende el monte, para que las fuerzas y cuerpos de seguridad puedan identificar y, en su caso, detener a los presuntos responsables para que sean puestos a disposición de la Justicia y caiga sobre ellos todo el peso de la Ley.
La Junta de Castilla y León quiere “agradecer el compromiso, entrega y profesionalidad de todas las personas que integran el operativo en sus distintas misiones, que conforman un sistema eficaz y eficiente de protección del medio natural y, lo que es más importante, de la seguridad de las personas ante el riesgo de incendios forestales”.