La Guardia Civil de Ávila investigó el pasado 2 de septiembre a un bombero como presunto autor de varios incendios forestales ocurridos el pasado 27 de agosto en la provincia de Ávila, concretamente en la zona de Santa María del Tiétar y en Rozas de Puerto Real, cerca de Navahondilla.
Fue sobre las 19:30 horas del día 27 cuando, nada más tener conocimiento de un incendio forestal en las inmediaciones de Santa María del Tiétar, varias patrullas de la Guardia Civil se trasladaron al lugar de los hechos, al tiempo que lo hicieron medios de extinción aéreos y terrestres, dado que el incendio estaba afectando a monte bajo y masa arbórea, además de a finas particulares.
Al dispositivo se incorporaron componentes de Equipo de Investigación del Seprona de la Comandancia de Ávila, para iniciar la investigación para poder determinar las causas que pudieron haber provocado el incendio y tomar constancia de las primeras evidencias que pudieran encontrar en el lugar.
Gracias a la rápida actuación de los medios de extinción participantes, el fuego fue controlado tras haber afectado a una superficie de 2,6 hectáreas.
Entonces, el Seprona inició la operación Sotietar, pudiendo reconstruir la evolución y dirección del avance del incendio, lo que permitió determinar las distintas trayectorias del fuego y localizar la zona de inicio junto a la Cañada Real.
Asimismo, una vez estudiadas la geometría del incendio y las condiciones de humedad del combustible muerto y seco, los investigadores dedujeron que el fuego fue intencionado.
Cabe destacar que, apenas cinco minutos antes de registrarse el incendio de Santa María del Tiétar, se declaró otro en el término municipal de Rozas de Puerto Real, Madrid.
Y es que, tal y como ha manifestado la Guardia Civil, en las primeras actuaciones fue fundamental la labor de un miembro de la patrulla de Seprona de Cebreros, ya que, pese a encontrarse fue de servicio, acudió inmediatamente al lugar de los hechos, logrando recabar las primeras pruebas indiciarias fundamentales para la resolución del hecho.
Durante las investigaciones, la Guardia Civil localizó en la zona de los incendios un vehículo con unas características singulares y cuyo propietario resultó ser un vecino de la localidad de Sotillo de la Adrada y bombero voluntario en Protección Civil de la localidad, que llegó a mostrar su intención de acudir a sofocar los fuegos con sus compañeros de Protección Civil, según la Guardia Civil, para sentirse útil en dicha asociación de voluntarios.
En los primeros interrogatorios, este no reconoció la autoría de ambos incendios, desmintiendo, por tanto, la versión de los testigos. Sin embargo, tras las evidencias encontradas y los informes técnicos elaborados por los agentes del Seprona, terminó siendo investigado el pasado 2 de septiembre por presuntos delitos de incendio forestal, incendio y contra la seguridad colectiva.
Cabe destacar que las actuaciones, investigación y determinación de la autoría de estos incendios ha contado con la dificultad añadida de que el autor de los mismos adoptó y comenzó a tomar ciertos comportamientos para evitar ser pillado por sistemas de vigilancia o por la Guardia Civil.
De este modo, alteraba su rutina de desplazamientos con su vehículo, para intentar no ser detectado a determinadas horas y días en las inmediaciones de los lugares donde se originó el fuego. Él sabía perfectamente accesos a parajes, caminos y carreteras al ser residente de la zona afectada.