Todos los viajes en coche, más cortos o más extensos terminan por abrir el apetito. Según se viene de la gran ciudad de Madrid, con todo su bullicio, cualquiera tiene ganas de descansar.

La autovía A-6 debido a su frecuente tráfico tampoco ayuda a que el viaje se haga más ameno.

Y, tal y como recuerda siempre la DGT, aparte de descansar bien el día antes de coger el coche, en los viajes largos cobra vital importancia saber las rutas que se van a tomar como los descansos que se van a hacer.

Pasando por tierras abulenses, hay un gran número de restaurantes y hostales donde reponer fuerzas. Los forasteros tienen donde elegir, sin embargo, elegir un buen restaurante de carretera no es tarea fácil, y menos cuando no se conoce la zona.

Concretamente, llegando al término municipal de Vicolozano, en la carretera de Villacastin, a la altura del kilómetro 5, se encuentra El Colmenar.

Este restaurante es reconocido por su famoso chuletón de Ávila, y cuya guarnición son unas patatas revolconas que harán chuparse los dedos a cualquiera.

También, cuenta con una amplia carta en la que elegir entre varios pescados, carnes y asados, a precios muy asequibles y que sus clientes alaban dejando buenas valoraciones en su web.

Entorno familiar

El Colmenar cuenta con un aforo de 90 comensales. Este restaurante abrió sus puertas en 1999 y desde entonces el trato y su ambiente busca ser lo más familiar posible.

Es de los pocos que cuenta con un aparcamiento propio en la zona. La razón de su éxito no es otra que el empeño que ponen en que cada plato sea “como estar en casa”.

El chuletón, plato estrella

Hacer un buen chuletón no es tarea fácil. Uno de los camareros de El Colmenar ha declarado a este medio que “nosotros lo cocinamos a la brasa de carbón, yo creo que eso le hace especial, además, su sabor se realza porque es una carne que está mes y medio en maduración”.

Chuletón de Ávila con patatas revolconas Restaurante El Colmenar

También, ha señalado que últimamente otro de los platos que más solicitan sus clientes es el cabrito asado.

En su amplia carta hay raciones, tapas, platos de cuchara, asados tradicionales y postres caseros, entre otros.

Su oferta también incluye platos típicos de la ciudad amurallada, como las patatas revolconas, un plato que lleva una base de patatas, ajo y pimentón y acompañado con torreznos. Las judías blancas, otro manjar de la ciudad abulense, que en esta ocasión se acompaña con matanza de la tierra.

Y, finalmente, las mollejas de ternera, que señalan que se trata del “caviar de ternera” de Ávila.