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La Guardia Civil ha detenido a tres personas como presuntas autoras de los delitos de trata de seres humanos, con fines de explotación laboral, falsificación documental y usurpación de estado civil. 

Según ha informado la Guardia Civil, la investigación comenzó nada más recibir sospechas de que en una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de productos y alimentos envasados ubicada en Candeleda, se podrían estar cometiendo actividades ilícitas relacionadas con la explotación laboral. 

De este modo, fue el pasado 2 de octubre cuando varios agentes procedieron a inspeccionar exhaustivamente la citada empresa, con la finalidad de comprobar si se estaban cometiendo irregularidades en las prácticas laborales, si se estaba cumpliendo con la normativa vigente y si su personal trabajaba en condiciones seguras y legales. 

Si bien, durante la inspección y dentro del marco de la Operación Lhotse, localizaron en una nave anexa a la empresa a un grupo de 10 mujeres nepalíes, que vivían en condiciones de habitabilidad e higiene "extremadamente precarias". 

Tanto es así, que dormían en colchones sobre el suelo y en unas instalaciones que carecían de calefacción. Además, algunas ventanas no poseían cristales y estaban cubiertas con plásticos, lo que permitía la entrada de aire frío y lluvia. 

Por su parte, la cocina presentaba un claro estado de suciedad y tenían que compartir un único baño, lo que, según la Guardia Civil, dificultaba las condiciones básicas de higiene. 

A todo ello se suma que estas 10 mujeres vivían en un régimen de semiesclavitud, privadas de su documentación y sin acceso a dinero. 

Es más, desde su llegada, salieron de la nave en contadas ocasiones y siempre acompañadas de una persona perteneciente a la organización, que las vigilaba constantemente. 

Estaban completamente aisladas, no sabían español y se comunicaban únicamente con algunas palabras en inglés. 

Pero esto no esto. La inspección también permitió verificar que los contratos realizados a estas mujeres fueron tramitados con documentación falsa, ya que todas ellas se encontraban de forma irregular en España. 

Además, el dinero de sus nóminas no las llegaba a ellas, sino que era ingresado en cuentas bancarias de terceros. 

Por todo ello, nada más tener constancia de todos estos hechos, las mujeres fueron atendidas y posteriormente liberadas, haciéndose cargo de ellas organizaciones en defensa de los derechos humanos, especializadas en la atención de personas en situación de vulnerabilidad. 

Del mismo modo, se ha podido comprobar que todas ellas llegaron a España a través de una empresa dedicada a la trata de seres humanos formada por los tres detenidos. 

Uno de ellos se encargaba de la vigilancia y control de las víctimas y los otros dos eran los responsables de la empresa de alimentación en la que trabajaban. 

Así, tras ser identificados, fueron puestos a disposición judicial por los hechos descritos.