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El vino es uno de los mejores acompañantes. Está en todas las celebraciones, en los buenos y malos momentos. Tinto, blanco o rosado. Todos son una opción magnífica para brindar y celebrar, más aún en estas fechas navideñas.

Castilla y León puede presumir de sus vinos exquisitos. De ser una de las comunidades con mejores viñedos y con algunas de las mejores bodegas del país y del mundo. Una tradición vitivinícola que consigue atraer a miles de turistas cada año por estas tierras.

Todos compiten por tener el mejor vino. Pero solo son unos pocos los que se cuelan en el ranking. Uno de los críticos más importantes del sector es Robert Parker, quien realiza unas conclusiones muy interesantes y los puntúa.

Por ello, los conocidos 'puntos Parker' siempre tienen una gran importancia entre los ciudadanos. Una clasificación en la que se han colado varios caldos de Castilla y León por su inigualable sabor y elaboración.

Si nos dirigimos a la provincia de Ávila, cabe destacar uno que ha obtenido 92 puntos parker. Se trata de La Viña de Ayer Albillo Real de la bodega Sotomanrique. Una bodega que se encuentra en el pueblo de Cerveros.

Todo comenzó con Chuchi Soto, quien decidió poner en marcha su proyecto de viñas y elaboración de vinos en 2012 con el nombre de los apellidos de su familia Sotomanrique.

Lo hizo tras 25 años en el mundo del vino de calidad, participando y colaborando con varios proyectos vitivinícolas a nivel nacional e internacional.

Trabajan en este pueblo abulense, donde tradicionalmente se han asentado viñas de Garnacha pura y Albillo Real sobre suelos de granito y pizarra. Pequeños viñedos viejos que han sobrevivido. 

Se trata de un vino blanco con crianza. Está elaborado con viejas viñas en vaso plantadas hace más de 60 años en una altitud de entre 700 y 800 metros; y suelos de arena granítica.

Explican que en el proceso de vinificación se trata de una vendimia manual en cajas de 25 kg. con una refrigeración de 0º C previa a encubado y despalillado. La fermentación con sus levaduras se realiza en el depósito de hormigón tras maceración con pieles y desfangado.

La crianza con sus lías se realiza durante 8 meses en tina de madera. En cuanto a la cata, tal y como aseguran desde la bodega, tiene un color amarillo brillante, en nariz "expresivo con aromas de flores blancas y frutas de hueso".

"Es sabroso, con una sensación grasa y con volumen por su crianza", puntualizan. De este modo, el resultado es un vino "elegante, complejo, con mucha personalidad, intenso y versátil, largo y bien ensamblado, muy gastronómico y diferencial".

Es perfecto para maridajes con paella mixta, carnes blancas y marisco. Asimismo, ha ido obteniendo premios de puntos Parker a lo largo de los años. En las añadas de 2017 hasta 2019 obtuvo 90; 92 en la de 2021 y 93 en 2023.

Otro de los aspectos que se tienen en cuenta es el precio del mismo. Algunos, en estas épocas navideñas, buscan un vino económico, que combine perfectamente con el menú que han preparado y no sea excesivamente caro. 

No cabe duda de que reúne todos los requisitos para estar en cualquier mesa durante estas fechas de celebración. Tiene un precio de 13,50 euros. Lo que hace que sea realmente asequible y que todo el mundo pueda disfrutarlo.

En definitiva, una delicia para el paladar que consigue enamorar a todo el que lo prueba y que es uno de los mayores tesoros de la Comunidad.