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Este domingo se cumplirá un año del día en el que el municipio abulense de Poyales del Hoyo, de apenas 463 habitantes, vivió uno de los más emocionantes de su historia. 

El pasado 22 de diciembre de 2023, día de la Lotería de Navidad, la administración de loterías de la localidad, situada actualmente en el número 3 de la Plaza Nueva, en un estanco llamado La Cigarrera y regentado desde hace dos años por María Herrera, repartió 1,6 millones de euros del Gordo tras vender cuatro décimos del número premiado, el 88.008. 

Hoy, cuando está a punto de cumplirse el primer aniversario de aquel día histórico, EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León ha querido ponerse en contacto con la lotera para conocer los detalles de aquel premio y de qué manera ha cambiado la vida del pueblo en general y de la administración en particular tras ese momento imborrable. 

De este modo, María ha aclarado que los cuatro décimos premiados pertenecían a una misma persona, alguien que, "aunque era del pueblo, como si no lo fuese", ya que "viene una vez al año, si es que viene y no habla con nadie", ha confesado. 

Por ello, la lotera sostiene que este sustancioso premio no ha generado "ningún cambio" en el pueblo, pues su gente "de toda la vida" sigue viviendo "igual que siempre, o bien desempeñando trabajos agrícolas, en invierno más ligados a la aceituna y en verano al olivo, o, por el contrario, formando parte de las brigadas de capataces forestales, fundamentalmente", ya que estas son las dos profesiones predominantes en Poyales del Hoyo. 

"El pueblo ha seguido como estaba", ha reconocido. 

En el caso de la administración ocurre algo parecido, ya que, en palabras de María, allí siguen comprando "los mismos clientes". "Los que venían antes, son los que siguen viniendo ahora", ha confesado. 

En ese sentido, reconoce que el haber entregado un premio tan importante puede haberle "hecho vender un poco más, pero tampoco algo significativo", ya que el negocio sigue recibiendo la visita de los vecinos de la localidad y pueblos limítrofes, así como de aquellas personas que pasan por la zona y se animan a comprar.

Algo que, según María, ha ocurrido siempre. "El volumen de trabajo sigue siendo más o menos el mismo", ha revelado. 

"Aquí siempre ha venido mucha gente, del pueblo y de fuera, entonces es muy difícil saberlo, al menos hasta que llegue la liquidación, que es donde queda recogido el porcentaje de venta de todo el año", ha añadido. 

En cualquier caso, ha apuntado que un posible incremento de ventas también podría deberse al nuevo local en el que se encuentra el negocio. 

De aquel 22 de diciembre, la lotera ha recordado que se enteró de la buena nueva por la prensa. "Yo soy muy aséptica y no me lo creía, entonces decidí llamar a la Delegación para confirmarlo. Sin embargo, justo cuando iba a llamar, me contactaron ellos a mí y cuando me lo confirmaron lo recibí con mucha alegría", ha recordado. 

Para ella, el único pero está en que su deseo era que el agraciado fuese alguien "al que el premio le hiciese un poquito de falta, pese a que todo el mundo se lo merece, y no tuvimos esa suerte".

Hoy, cuando ya han pasado casi 365 días de aquel acontecimiento, María Herrera, que ya había dado dado un segundo premio de la Lotería Nacional en septiembre de 2021, celebra también el golpe de suerte que ha tenido este año al haber repartido dos primitivas que se suman también a otras dos entregadas anteriormente. 

Todo ello, mientras conserva "la ilusión de volver a dar el Gordo esta Navidad". "Pero Dios dirá lo que está en nuestras manos", ha expresado.