Para la gran mayoría de la población española resulta impensable poder disfrutar de unos días de relax y desconexión en una isla privada, por el impresionante desembolso de dinero que esto puede llegar a conllevar.
Lo que no saben es que en esto, como en todo, hay excepciones. Tanto es así, que en España hay una que ofrece un sinfín de posibilidades a precios muy competitivos, al alcance de un gran número de personas. Por lo que tampoco hay que irse muy lejos para poder hacerlo.
En la provincia de Ávila, en la cuenca del río Alberche que separa las sierras de Gredos y Guadarrama, y en medio del Embalse de El Burguillo, se halla, desde 1926, una isla de considerable tamaño, una hectárea aproximadamente, que hoy funciona como un espacio de ocio y diversión para parejas, familias y grupos de amigos.
Construida con el fin de abastecer de electricidad a la vía férrea que unía Madrid con Ávila y Segovia, en 1979 fue comprada por Fernando Merino a Eduardo Barreiros. Una vez realizada la transacción, este la amuralló, la arboló, la dotó de agua y electricidad, así como de un acceso desde el agua, y construyó en ella un imponente castillo que, hasta hace 12 años, era concebido como una residencia familiar a la que se daba uso cada fin de semana y que sigue conservando su estado original.
Actualmente, la Isla del Burguillo, situada a apenas 35 minutos de Ávila, conserva esa misma esencia, aunque habiéndose convertido en un acogedor paraje que sus herederos alquilan por días, con el único propósito de poder costear su conservación y llenarla de vida y entretenimiento.
Tal y como ha confesado Daniel, actual gestor del negocio junto con su madre, con el fallecimiento de sus abuelos la familia tomó la decisión de alquilar la isla para garantizar su correcto mantenimiento.
Ahora bien, no pasó de cero a cien, sino que lo que es hoy lo han ido consiguiendo poco a poco.
Isla y castillo
La isla, a la que se llega en barca, está dotada de tres puertas de acceso a las diferentes playas que la rodean, un embarcadero, un castillo de 300 metros cuadrados, con capacidad para un máximo de 10 personas, así como un glamping que permite el alojamiento de más huéspedes en caso de eventos.
A todo ello se suman kilómetros de terreno donde poder practicar todo tipo de actividades.
En cuanto al castillo, concebido como una vivienda singular, cabe destacar que este está dotado de dos plantas.
La baja dispone de una cocina-comedor con chimenea y mesa para ocho comensales, un dormitorio con baño y la bodega, a lo que se suma, además, un amplio porche con horno de leña incluido.
Delante de este se ubica una explanada "amplia y muy acogedora" al aire libre, con barbacoa de piedra, y justo al lado del porche, un segundo dormitorio con entrada independiente y cama de matrimonio, que también cuenta con baño propio.
Por otro lado, en el primer piso se encuentra un dormitorio con dos camas y baño y un segundo salón con chimenea y dos sofás de tres plazas, del que se accede a una terraza almenada desde donde se pueden contemplar unas vistas absolutamente fascinantes.
Y es que atravesando dicha terraza se accede a la torre del castillo que, por su parte, alberga un cuarto y último dormitorio, también con baño, así como otra pequeña terraza con vistas a la isla y al pantano.
Dos entornos naturales de indudable belleza y singularidad que, a su vez, ofrecen a los huéspedes del castillo y el glamping múltiples opciones de entretenimiento.
Actividades
Son muchas las actividades que se pueden practicar en la Isla del Burguillo, también concebida como un espacio para celebrar todo tipo de eventos, ya sean bodas, comuniones, cumpleaños, fiestas de todo tipo de temática, encuentros deportivos y/o empresariales y hasta rodajes, desde películas y series de televisión hasta anuncios.
En cuanto a las actividades, estas pasan por deportes acuáticos como pesca, natación, piragüismo, navegación a vela, esquí acuático, buceo y paseos en barca.
A todo ello se suman otras propuestas en tierra, como senderismo, rutas en bicicleta, paseos a caballo, paintball, parapente o simplemente tomar el sol en sus maravillosas y limpias playas. Porque como toda isla que se precie, la del Burguillo también tiene playas, y varias.
Los amaneceres y las puestas de sol tampoco tienen desperdicio, y quienes conocen este lugar único y privilegiado, aseguran que otro muy buen plan también es contemplar el cielo estrellado durante la noche.
Desde la organización también proponen excursiones turísticas a pueblos cercanos, dignos de visitar, como El Barraco, municipio al que pertenece, o El Tiemblo, así como visitas guiadas a la isla, consistentes en un agradable paseo en barca o vehículo anfibio por todas y cada una de las instalaciones de la misma.
Precios
Llegados a este punto, cualquiera podría pensar que, por todo lo que ofrece este majestuoso enclave, visitarlo supone pagar un precio muy elevado. Pero nada más lejos de la realidad.
Y es que, aunque la Isla del Burguillo dispone de varias tarifas en función de la ocupación, lo cierto es que la tarifa estrella es la de la reserva íntegra del castillo durante dos noches y tres días para un total de entre ocho y 10 personas.
Esta tiene un precio de 1.500 euros, lo que implica que, yendo un grupo de 10, la isla podría alquilarse por 50 euros por persona y día.
Además, tal y como ha apuntado Daniel, este alojamiento tiene horarios de check-in y check-out que permiten aprovechar todos los días completos de la reserva. De este modo, los huéspedes pueden entrar a las 11:00 horas y apurar e irse justo antes del anochecer, exprimiendo así hasta el último instante en la isla.
Y ojo. Que alquilar la Isla del Burguillo puede salirte aún más barato, teniendo en cuenta que tarifa de seis días es de 2.800 euros. Una cuantía que dividida entre 10 huéspedes, saldría a 47 euros por persona y día.
Asimismo, hay opción de alquilarla dos días por un precio de 1.300 euros.
En todas y cada una de las tarifas está incluida el agua, la calefacción, la leña para las chimeneas, electricidad, ropa de cama y toallas para las personas alojadas en el castillo, así como la limpieza normal antes y después del arrendamiento.
"Una vuelta de tuerca"
Aunque este concepto de negocio está funcionando a las mil maravillas, lo cierto que la intención de Daniel y su familia es darle "una vuelta de tuerca".
Lo que ellos tienen en su cabeza es reformar el castillo y habilitarlo como zona de servicios, de tal manera que los alojamientos se ubiquen, en lugar de en las habitaciones de la fortaleza, en bungalós, burbujas trasparentes, pequeñas casitas en árboles repartidas por la isla... en definitiva, estancias muy demandadas, que están muy de moda y que permitirían a los clientes no tener que alquilar la isla en su totalidad y de manera exclusiva.
La idea está, por tanto, en que haya una zona para hospedarse y otra de bar, restaurante, etc. totalmente separada.
"Queremos hacerlo más profesional, más enfocado al lujo, y que la utilidad del castillo sea para ofrecer servicios, aunque todo eso aún está por ver", ha confesado Daniel.
En este sentido, el gestor de la Isla del Burguillo ha reconocido que, en cualquier caso, hacer realidad este proyecto les va a llevar varios años, ya que, aunque ya ha sido planteado al Ayuntamiento, lo más probable es que toda la burocracia que este conlleva por desarrollarse en una zona que pertenece a la Confederación Hidrográfica del Tajo, ocasione importantes demoras que retrasen, "y bastante", su puesta en marcha.
Por ello, de momento, tan solo es una idea que esperan poder materializar en un futuro no demasiado lejano. Hasta entonces, todo el que lo desee podrá seguir alquilando esta exclusiva isla que hará a sus visitantes vivir un auténtico sueño.