Renault Sport presenta el nuevo Megane R.S. Trophy-R. Este modelo hunde sus raíces en la extensa historia de Renault dentro del deporte del automóvil y perpetúa la leyenda de los Mégane R.S, llevando una vez más a la carretera las tecnologías y el saber hacer adquirido en la pista.

Para este coche, los ingenieros de Renault Sport han exprimido al máximo sus conocimientos. El resultado ha sido validado por un nuevo récord en Nürburgring. El nuevo Megane hereda el motor 1.8 L de 300 CV de excepcional rendimiento de la versión Trophy (167 CV/litro). Por lo tanto, no es en la potencia sino en otros aspectos en los que han ido a buscar el incremento de eficacia, basándose en tres grandes ejes de desarrollo: peso, unión al suelo y aerodinámica.

Por un lado, se ha llevado un trabajo drástico sobre el peso, desde la ausencia de banqueta trasera a la adopción de llantas de carbono (en opción), pasando por la línea de escape Akrapovič de Titanio, se ha buscado la reducción de peso hasta en el menor detalle. El veredicto en la báscula es el siguiente: 130 kg menos con respecto a Mégane R.S. Trophy sin opciones.

Por otro lado, presenta unas uniones con el suelo totalmente remodeladas para una eficacia más radical. Tren delantero con caída negativa aumentada, tren trasero aligerado en H, amortiguadores específicos Öhlins regulables, neumáticos Bridgestone Potenza S007 exclusivos de Renault Sport, frenado de alta eficacia con, en opción, discos Brembo de carbono-cerámica, etcétera. En cuanto a la aerodinámica, se ha perfeccionado para un mejor apoyo y una mejor circulación de los flujos (carenados bajo la carrocería específicos y difusor de carbono) y un control térmico optimizado (toma de aire NACA , tomas de aire para frenos…).

Patrice Ratti, director general de Renault Sport comenta que, «el nuevo Mégane R.S. Trophy-R completa la oferta de Mégane R.S. con una versión más extrema. Es muy próximo a un coche de carreras, pero homologado para la carretera. Sabemos que hay clientes que buscan este tipo de coche que no se puede poner en manos de cualquiera. Para los ingenieros, es la ocasión de concentrar su saber hacer para realizar el coche más rápido posible y el récord de Nürburgring es una demostración de su eficacia».