Voluntarios de las asociaciones Protección Animal Burgos (Proanbur) y Voluntarios de Animales en Burgos, junto a agentes del Seprona, han rescatado a una treintena de perros del criadero de la localidad de Melgar de Fernamental, que había sufrido una inundación debido al temporal y que cuenta, además, con denuncias de maltrato animal.
Tras recibir el aviso de que las inundaciones habían afectado al criadero, cuyo propietario ha sido detenido en varias ocasiones por omisión de cuidados a los canes de su propiedad, cerca de 15 voluntarios se trasladaron en la tarde de este pasado viernes a las instalaciones para rescatar a los perros.
Según ha relatado a Europa Press la vicepresidenta de Proanbur, Judith Sánchez, varios de los voluntarios llegaron al criadero sobre las 17.30 horas, así como dos agentes del Seprona acompañados por veterinarios de la Junta de Castilla y León, e intentaron contactar con el propietario para proceder a sacar a los animales, si bien parecía "imposible" entrar en las instalaciones debido al nivel del agua.
"Los perros estaban subidos en las casetas por las inundaciones y varios de ellos habían escapado del recinto y estaban sueltos", ha explicado, para señalar que, tras varios intentos, finalmente lograron contactar con el dueño, quien les llevó a otra entrada a las instalaciones por la que finalmente pudieron entrar con vehículos y sacar a casi 30 canes "uno a uno".
Así, entre las 17.30 y las 3.00 horas se logró rescatar a casi un treintena de perros, de los cuales la mayoría fueron trasladados al antiguo matadero de la localidad que el Ayuntamiento había acondicionado durante la jornada para acogerlos, y cinco se encuentran con las asociaciones que acudieron al rescate a la espera de que el dueño los ceda tal como manifestó que haría, según ha revelado Sánchez.
"Se supone que en el criadero había cerca de 140 perros, y creemos que el propietario sacó más o menos a 25 antes de que nosotros llegásemos y se los llevó a otra finca de su propiedad, que también está como un estercolero", ha apuntado la vicepresidenta de Proanbur, quien ha precisado que varios canes que se encaparon se encuentran sueltos por el municipio y se cree que algunos que no podían subirse a los tejados "se pueden haber ahogado", como sería el caso de los cachorros.
Así, a lo largo de este sábado, algunos voluntarios regresarán a la localidad para intentar auxiliar a los canes que queden sueltos y revisar si queda algún perro por rescatar, aunque, como ha señalado Sánchez, se comprobó que no quedase ninguno, si bien el lugar sigue inundado.
Sánchez también ha recordado que desde la Plataforma Ciudadana Justicia y Defensa Animal se están llevando a cabo las acciones legales necesarias para lograr que se cierre este "criadero de los horrores".
De hecho, frente a una denuncia de esta asociación se condenó al propietario como responsable de un delito continuado de maltrato animal a un año de prisión y tres de inhabilitación para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio relacionado con animales o para la tenencia.
No obstante, como ha lamentado Sánchez, el propietario ha recurrido la sentencia y mientras "sigue vendiendo cachorros" y "más de 100 animales" continúan en su propiedad, por lo que desde el colectivo reclaman a la Junta velar por el bienestar de estos canes y retirarlos de su custodia.
Criadero
La semana pasada la Guardia Civil de Burgos informó de la detención días atrás del propietario, D.O.U., de 28 años, como presunto autor reincidente de un delito de maltrato animal, ya que se le habían incautado, nuevamente, cinco perros debido al precario estado de salud y a las heridas que presentaban.
Asimismo, el pasado mes de julio, la misma Comandancia ya informó del resultado de la operación 'Chenilbur' en la que se había detenido a este criador de perros por omisión de proporcionar los cuidados necesarios a varios de los canes de su propiedad.
El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) inspeccionó entonces el criadero autorizado para 75 canes, verificando una suciedad generalizada, deposiciones acumuladas, plaga de parásitos, instalaciones deficientes y peligrosas, sin sombra y cobijo.
Así, se comprobó que en el lugar había más de 97 canes adultos y 50 cachorros que convivían entonces "hacinados, mal alimentados y bajo extrema suciedad", mientras algunos sufrían "severas" enfermedades, por lo que se incautaron algunos de ellos.
Tras esto, el pasado mes de noviembre y en cumplimiento a la orden dictada por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Burgos, el Seprona volvió a inspeccionar las instalaciones y se observó que "poco había mejorado", ya que había nuevos animales enfermos y con heridas.
Como resultado dos doberman adultos, un cachorro de la misma raza, una perra bóxer y un cachorro de dálmata fueron incautados en esta inspección por la "pésima" salud que presentaban, con cuadros severos de deshidratación, extrema delgadez, heridas por peleas y abrasiones con objetos metálicos punzantes que no habían sido tratados.
Tras esta inspección la Guardia Civil abrió una línea de investigación al encontrarse en el criadero también medicamentos de administración exclusiva para veterinarios, adquiridos de forma irregular en una comercial veterinaria.
Igualmente, el Seprona solicitó al Juzgado correspondiente la retirada de la propiedad de 124 canes, además de la inhabilitación de esta persona para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que guarde relación con animales, la clausura de la instalación y la revocación de la licencia ambiental concedida.