La Junta de Castilla y León prohibirá a partir del próximo viernes, 20 de noviembre, y durante 14 días, la apertura al público de bibliotecas, archivos museos y salas de exposiciones, salvo para investigación y préstamo de libros, en la capital burgalesa. Asimismo, cierra cines, teatros y auditorios; centros de ocio infantil y de interpretación, así como aulas de la naturaleza y la plaza de toros; y prohíbe la realización de actividades de tiempo libre en espacios cerrados.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, avanzó hoy en Burgos que para frenar el número de contagios en la capital se suspenderá también la práctica de la actividad deportiva oficial de carácter no profesional, salvo las competiciones incluidos sus entrenamientos que den acceso directo o cuyas fases regulares de competición desemboquen en fases de ascenso, competiciones oficiales regulares de ámbito estatal. Además, precisó que no se permite la asistencia de público a ningún evento deportivo.
Se trata de una serie de medidas complementarias a las tomadas ayer por el Ayuntamiento de Burgos para contener el avance de la pandemia y que serán aprobadas mañana jueves por el Consejo de Gobierno y se publicarán en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL). Así, el Gobierno autonómico adoptará en Consejo de Gobierno un acuerdo que incluirá la ampliación de las medidas municipales en lo que se refiera a las competencias de carácter autonómico, y que incluyen, también, restricciones en actividades vinculadas a espacios de ocio, equipamientos culturales e instalaciones deportivas.
Desde hoy miércoles, el Ayuntamiento de Burgos suspendió todas las actividades deportivas no profesionales y cierra centros cívicos, bibliotecas, teatros y salas exposiciones durante un periodo máximo de 14 días y mínimo de siete. De la Rosa firmó ayer una serie de decretos de suspensión de cualquier competición deportiva con equipos federados en el municipio, el servicio de las instalaciones deportivas, escuelas deportivas para abonados y público en general, incluidos clubes deportivos, con la excepción de clubes profesionales, y entidades deportivas de élite y los deportistas profesionales.
Asimismo, en el ámbito de servicios sociales, se suspendieron todas las actividades de ocio y formación, así como el programa de animación comunitaria en centros cívicos, programa de envejecimiento activo y de ocio infantil y juvenil, salas de encuentro, ludotecas y bibliotecas de centros cívicos. Se mantienen, según precisó, los programas de conciliación y ayuda a domicilio. Y, en materia de medio ambiente, se cierra el centro de divulgación de aves.
El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y la consejera de Sanidad comparecieron en rueda de prensa telemática para informar sobre las medidas relacionadas con la situación de la pandemia del COVID-19 en Burgos. Previamente, estuvieron reunidos con el equipo directivo y diferentes grupos del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) donde también acudió el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea.
Verónica Casado agradeció a los burgaleses su “paciencia”, “colaboración”, “comprensión” y “complicidad” en todas las medidas que confió que vayan a ser “efectivas” y que el Gobierno autonómico “va a intentar ver en breve los frutos” de las mismas. En esta línea, reconoció que la situación de Burgos “lleva preocupando semanas” al Gobierno autonómico, tanto a nivel sanitario como epidemiológico.
Por eso, dijo, la visita realizada hoy al HUBU, donde mantuvieron una reunión con el equipo directivo, con el equipo COVID, quirúrgico, admisión y de supervisión. Casado quiso trasladarles su agradecimiento porque, apuntó, “llevan trabajando muchos meses de una manera incansable, coordinable y efectiva, dedicando el 150 y 200 por ciento”. Además, avanzó que posteriormente mantendrán otra reunión con el equipo de Atención primara, que juega, dijo, “un papel clave en esta pandemia”.
La responsable de Sanidad en la Comunidad recordó que durante la semana del pasado 22 junio, Burgos, a diferencia de muchas otras capitales de Castilla y León, no declaró ningún caso de COVID-19 pero que “a partir del 5 de octubre y hasta la semana pasada empieza a progresar el número de casos de una manera muy importante con más de 514 casos”.
En la actualidad, dijo, “la incidencia acumulada no se ha detenido en Burgos”, presentando una tasa cuatro veces superior a la media nacional, si bien valoró que “se empiece a frenar un poco el ascenso de los contagios en los últimos siete días”. Sin embargo, advirtió de que “eso no puede ser para relajarnos sino para seguir insistiendo en medidas para frenar el contagio”.
Casado también precisó que el grupo de edad comprendido entre los 40 y 59 años es el que presenta el mayor número de contagios del virus con un 31 por ciento de los casos sociales siendo el domicilio el lugar de mayor exposición y las mujeres quienes presentan una mayor tasa de contagio.
“Situación preocupante” del HUBU
Al hilo de la situación epidemiológica, Casado apuntó que el HUBU se encuentra en una situación “preocupante” y precisó que se encuentran ingresados por COVID en planta un total de 244 personas y otros 43 pacientes en unidades de críticos. Tras subrayar la importancia de “contener” los contagios, Casado auguró que entre esta semana y la que viene los ingresos de este tipo de pacientes se verán incrementados.
“El virus circula con nosotros”, enfatizó, y agregó que “en estos momentos, se han extendido los espacios COVID por todo el HUBU y también las unidades de críticos”. “Con la pandemia queremos no dejar de lado la patología no COVID”, exclamo, al tiempo que subrayó la importancia de que “pequeñas patologías como cáncer, ictus, sepsis... sean atendidos lo antes posible y por eso es importante y agradecemos la labor de esfuerzo por intentar mantener la actividad no COVID en el HUBU”.
Verónica Casado aplaudió el “confinamiento voluntario” al que apela el alcalde de la ciudad y reafirmó que a pesar de que “estamos todos cansados, hemos perdido el miedo al virus pero está presente y no tenemos más que ver qué sucede en el HUBU”. “No hay que perder el miedo”, advirtió.
Asimismo, hizo un llamamiento a los burgaleses a que participen en las pruebas masivas que comienzan el sábado, 21 de noviembre, en las instalaciones municipales de ‘El Plantío’ y las pistas de tenis exteriores para detectar COVID durante ocho días. Serán test de antígenos de segunda generación que se realizarán al 25 por ciento de los burgaleses.
El Ejército colocará nueve carpas para las esperas y 18 líneas de análisis y que la intención es que los burgaleses acudan de forma voluntaria por Zonas Básicas de Salud (ZBS), aún por determinar, así como trabajadores de pequeñas, medianas y grandes empresas instaladas en los polígonos industriales de la ciudad.
Colaboración administraciones y sanitarios
“La colaboración entre administraciones y profesionales sanitarios es fundamental para tener un buen diagnóstico de la situación y tomar mejores decisiones”, exclamó De la Rosa, al tiempo que expresó el agradecimiento en nombre de la ciudad a los sanitarios, así como “la preocupación de que de no corregirse la tendencia de Burgos (es la provincia con mayor número de casos por cada 100.000 habitantes) el HUBU tiene riesgo de poder colapsar”.
De hecho, dijo que “si no lo ha hecho y no lo va a hacer ya es por el extraordinario trabajo de la Gerencia, del equipo directivo y de sus excelentes profesionales”. Por ello, insistió en la necesidad de “interiorizar disciplinariamente las medidas sanitarias”. “Es un momento muy duro”, declaró, y reconoció: “Qué duro es pedirle a otra persona que deje de ser persona, que deje de estar con aquellos a los que quiere, que deje de trabajar, de divertirse, de socializar, de abrazar la cultura...”, antes de recordar que hoy comienzan las nuevas restricciones complementarias en la ciudad.
Sobre ellas, deseó que “ojalá este tipo de medidas que ya tenemos en marcha coayuden a aplanar la curva epidemiológica”. Sin embargo, advirtió de que “cuando eso llegue, no nos podemos relajar”. “El objetivo es tener cero casos COVID como los que tuvimos en junio en Burgos”, exclamó, a la vez que subrayó que “no se tienen las razones y variables de porqué ha pasado esto” y trasladó a la población un “mensaje de esperanza” en las nuevas medidas de las que confió en que puedan “arrojar luz”.