La Guardia Civil, en el marco de la Operación "HORSECID”, ha detenido a L.B.A. (22) como presunta autora de un delito de estafa impropia de una silla de montar a caballo, que ha sido recuperada y reintegrada a su legítima propietaria.
Los hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil el pasado mes de diciembre a través de una vecina de una localidad próxima a la capital burgalesa, quien había adquirido una silla de equitación que se anunciaba en una conocida página de internet de compraventa de artículos de segunda mano entre particulares.
La mercancía era nueva, de alta gama, con un precio en el mercado de primera mano de 6.000 euros, pero se ofertaba por la quinta parte de precio real y fue ofrecida además para probarla sin abonar cantidad alguna en concepto de reserva o señal, por lo que al recibirla dudó de su lícita procedencia.
Los investigadores verificaron los extremos comunicados y de las pesquisas llevadas a cabo llegaron hasta una empresa dedicada a la distribución y venta en exclusiva de una determinada marca para España de material de alta gama del mundo de la hípica.
Contactaron con el negocio donde reconocieron haber vendido en noviembre pasado un producto de estas características, pero que había desaparecido o se había extraviado durante su transporte por paquetería, por lo que el objeto nunca llegó a destino, como hubiera deseado la persona adquiriente.
Las indagaciones han permitido la recuperación de la preciada silla de equitación, la devolución a su legítima propietaria y también la identificación de la presunta autora que, una vez localizado su paradero en la provincia de Barcelona, ha sido detenida con la colaboración de personal de esa Comandancia.
Las diligencias instruidas por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Burgos junto con el Equipo ROCA de esta Comandancia, han sido entregadas en los Juzgados de Burgos.
A pesar de lo que piensan los autores de este tipo de delitos (denuncias falsas, estafas, timos o ventas fraudulentas…) cometidos vía online, equivocadamente amparados por el supuesto y falso anonimato que proporciona Internet, ningún ilícito realizado a través de la web queda impune ya que siempre existe lo que se denomina "huella digital".