Agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y del Seprona de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos detuvieron el pasado 20 de marzo a J.L.S.S, de 57 años, como presunto autor de un delito de incendio forestal en Peña Amaya (Burgos), que afectó a cinco hectáreas de matorral (aligas y enebros).
Según informaron fuentes de la benemérita a través de un comunicado recogido por la agencia Ical, la “rápida y eficaz actuación” llevada a cabo de manera conjunta por efectivos de ambas instituciones permitió la detención y evitar que el incendio fuera de mayores dimensiones y peores consecuencias.
Los hechos se remontan al 20 de marzo a las 18 horas, cuando agentes de Medio Ambiente y del Seprona prestaban servicios dirigidos a la prevención de ilícitos contra la flora y la fauna silvestre y a la protección de los recursos naturales y la de la biodiversidad. Fue entonces cuando percibieron en la distancia varias columnas de humo indiciarias de la presencia de un incendio. Pudo ser controlado por los servicios de extinción a las 22.30 horas de ese mismo día.
Ambas patrullas se dirigieron al lugar ubicado en el paraje conocido como la Loma de Amaya, en la Peña Amaya, en pleno monte de matorral repleto de aliagas y enebros que dificultaban el avance, en ausencia de caminos transitables. Al aproximarse verificaron la presencia de múltiples focos a lo largo de una misma línea, señal inequívoca -por la especialización y experiencia acumulada de los efectivos-, de que el fuego había sido provocado, seguramente por aplicación de llama directa sobre la vegetación.
La práctica de gestiones sobre el terreno permitió localizar en las proximidades a un varón que realizaba funciones de pastoreo de ganado ovino. Una vez identificado, los investigadores se entrevistaron con el principal sospechoso, obteniéndose, entre otras cuestiones relevantes, su itinerario; éste acabó por reconocer su autoría y los motivos que le llevaron a ello.
Entre sus pertenencias fueron hallados tres mecheros que, según se pudo saber, fueron empleados para prender fuego directamente sobre la abundante masa vegetal, en varios puntos, lo que facilitó que el combustible natural ardiera y que el fuego se propagara monte arriba. Las pesquisas aclararon que el motivo de esta "irresponsable e ilícita" acción tuvo su origen en ‘limpiar’ el monte para abrir paso al rebaño que avanzaba con dificultades por la espesa vegetación.
J.L.S.S fue detenido como presunto autor de un delito de incendio forestal, para el que nuestro Código Penal contempla penas que aplicadas en su grado máximo pueden conllevar prisión de 5 años y multa de 18 meses. Las diligencias instruidas fueron entregadas en la sede de los Juzgados de la capital.