La Policía Nacional ha detectado un incremento en las denuncias relativas a esta modalidad delictiva. En el caso del smishing, el delincuente envía de forma masiva mensajes de texto (SMS) con un enlace siendo los más habituales la suplantación de una página web de una entidad bancaria, el aviso de un falso envío postal, o reclamar un impuesto de un organismo oficial. Una vez que la víctima es engañada, introduce sus credenciales bancarias o tarjeta de crédito, procediendo inmediatamente los delincuentes a realizar transferencias bancarias o cargos fraudulentos en tarjeta.
Un ejemplo de esta técnica es la campaña de smishing a nivel nacional en la que se engaña a las víctimas con un enlace en el que se reembolsarían 450 euros por parte del Agencia Tributaria. Recientemente se han presentado dos denuncias de víctimas en Burgos. Tras pinchar un enlace falso por SMS simulando ser sus bancos, y tras introducir sus credenciales bancarias, los delincuentes lograron estafar mediante transferencias fraudulentas de 2.999 y 2.822 euros respectivamente.
El vishing persigue el mismo objetivo de obtener credenciales bancarias, datos personales y tarjetas de crédito mediante llamadas telefónicas masivas. Este método requiere de un contacto más personal y añade un nuevo medio de pago. El delincuente requiere el envío de dinero urgente en efectivo mediante empresas dedicadas a este fin ubicadas generalmente en locutorios.