Poza de la Sal, el pueblo que vio nacer a Félix Rodríguez de la Fuente es famoso en la provincia de Burgos por la calidad de su sal. No en vano, dado que en su época dorada, allá por el siglo XVIII, la villa producía 100.000 kilos de sal al día en sus 2.000 eras, lo que daba trabajo a unas 3.000 personas en el pueblo, de forma directa e indirecta. La producción hoy no es la misma ni tampoco su comercialización, pese a tener una gran importancia en el pueblo y entre sus visitantes.
Tras quince años en manos de la Asociación Amigos de las Salinas, la empresa privada ‘Salionca’ será ahora la encargada de su comercialización, y buscará llegar a un mayor mercado, poniéndola a la venta de forma online o en comercios a los que puedan acceder los burgaleses. ‘Salionca’ recibe su nombre de la antigua denominación que recibía Poza de la Sal. Su promotor es Pedro Padrones, también gerente de la oficina de turismo de Poza.
Según explica, fueron el Ayuntamiento y la Asociación los que le pidieron que se encargase de su comercialización y es algo en lo que ya está trabajando. Su aspiración es “ir creciendo en la distribución” y convertir la venta de sal en un negocio que pueda generar cuatro o cinco empleos en el pueblo. Actualmente se venden unos 12.000 tarros de sal de Poza, con una producción pequeña a través de cuatro eras, y solo se puede adquirir en la oficina de turismo del pueblo. Sin embargo, el plan de Padrones es que a partir de los próximos meses pueda llegar ya a algunas tiendas de la ciudad.
La temporada de obtención de la sal comenzaba a mediados de junio y concluía a principios de octubre, lo que permitía al pueblo tener cuatro meses para obtener sal. La temporada de extracción en la actualidad rondaría fechas parecidas. Sin embargo, tal y como indica Padrones, lo más complicado del proceso será limpiar la sal, dado que el viento en muchas ocasiones lo ensucia con mosquitos o pequeñas pajitas. Otro paso será el envasado y etiquetado, y según avanzó ya trabajan en una etiqueta que dé imagen a la marca. “Hasta el momento el enfoque es el de una tradición más que un pequeño negocio, pero espero que podamos convertirlo en un pequeño negocio”.
De esta forma, explica que los productos se podrán conseguir a través de venta online y su objetivo es poder ponerlo a disposición de los clientes en tiendas delicatessen de Burgos o sitios cercanos de la Comunidad Autónomas. Asimismo, aspiran a que “algunos buenos restaurantes de Burgos introduzcan en sus cartas cocinar con sal de Poza”, al igual que están haciendo alguno cocineros vascos. “Estaremos encantados de trabajar con todas las empresas que puedan dar una mayor calidad a sus productos gracias a la sal de Poza”.
Centro de Interpretación de las Salinas
Uno de los mayores esfuerzos que llevan a cabo en el pueblo para recordar a la ciudadanía su importancia salina es a través del Centro de Interpretación de las Salinas. Este centro, que se ubica en la Casa de Administración de las Reales Salinas, se puso en marcha en julio de 2003 con el objetivo de informar sobre el diapiro de Poza de la Sal y divulgar el proceso tradicional de explotación y elaboración de la sal. De esta forma, ofrece visitas diarias a todas aquellas personas interesadas en conocer este fenómeno geológico tan peculiar, que dio nombre a esta localidad burgalesa.
Durante este recorrido los asistentes pueden conocer el fenómeno geológico tan peculiar que originó el yacimiento salino, declarado Punto de Interés Geológico en 1983, y considerado como uno de los diapiros más importantes del mundo. A través de un video explicativo de pocos minutos, grandes y pequeños pueden entender el motivo por el cuál Poza de la Sal se convirtió en uno de los territorios más importantes de la península.
En el lugar se explica también cuáles eran los usos que tenía la sal en el pasado, así como los usos que se le pueden dar ahora. A continuación, diferentes maquetas dan a conocer el diapiro y la forma de explotación de la sal, así como una representación del sistema que los romanos idearon para transportar la sal. “El centro explica de una forma muy sencilla y didáctica la forma de explotación de las salinas y lo que ha conllevado”, señala Pedro Padrones.
El centro permanece abierto a las visitas todos los días del año, exceptuando Navidad y Año Nuevo, y ofrece visitas turísticas cada día a las 13 horas. De acuerdo a los datos de Padrones, unas 15.000 personas visitan el centro al año, con una mayor afluencia en los meses de verano. De hecho, señala que entre los objetivos del pueblo está incrementar la visitas durante todo el año, especialmente en los meses de invierno. “En verano el pueblo ya tiene 2.000 habitantes, cuando nos quedamos más tristes es en invierno”, indica. Por ello, quieren enfocar y atraer a los visitantes fuera de la temporada estival.
Una de las cosas que se proponen para lograrlo es potenciar más la figura de Félix Rodríguez de la Fuente, cuya imagen está presente en varias zonas del pueblo, gracias a los monumentos en su honor o el espacio medioambiental, que quieren potenciar en los próximos meses. Entre sus planes está también trabajar en un parking disuasorio cercano al Centro de Interpretación, y también en rehabilitar las salinas. Para estos dos últimos proyectos invertirán 500.000 euros de los fondos Next Generation.