Ha formado parte siempre del día a día de los ciudadanos. Se estima que los árabes fueron los primero que crearon la división entre medicina y farmacia. En el año 1221 se tiene constancia del nacimiento de la primera farmacia de Europa, creada por los frailes dominicos en el convento de Santa María Novella en Florencia. No obstante, no venderían al público hasta cuatro siglos después. Pues bien, Castilla y León, y concretamente Burgos, tiene el honor de contar con la farmacia en funcionamiento más antigua de España.
Está en Peñaranda de Duero, un municipio de la comarca de la Ribera del Duero, a 100 kilómetros de la capital burgalesa y con poco más de 500 habitantes. Fue inaugurada en 1725, y aunque pueda sonar sorprendente sigue manteniendo su disposición original algo que le convierte en una farmacia museo. Además, en sus anaqueles reposan más de 300 tarros de cerámica de Talavera y decenas de frascos de vidrio soplado. Es como ser protagonista de un decorado de una película 200 años atrás, en un botica que se ha convertido en un museo de lo más curioso.
Lucas Ximeno fundó esta botica en el siglo XVIII y posteriormente sus descendientes han mantenido con la misma ilusión su legado a través de los años. En esta farmacia se puede contemplar la famosa botica con su correspondiente rebotica, laboratorio y jardín de plantas medicinales. Solo un vistazo sirve para testar el ambiente de antaño, de otras épocas. Un lugar que se puede visitar, ya que es uno de los lugares más turísticos del pueblo, aunque claro, va en función de la demanda de trabajo de la farmacéutica. Como apuntan desde fuentes municipales, “no podemos olvidar que es un lugar privado y la actual farmacia del municipio”. Además, los sábados, domingos y festivos está cerrada.
El ser la farmacia más longeva no significa estar reñida con la actualidad, por eso, se han sabido adapatar a la "constante a la evolución y los cambios de esta profesión". Así, la tecnología y el comercio on line forman parte de su día a día.
Como no podía ser de otra manera, se encuentra ubicada en la calle Botica y fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento el 20 de marzo de 2007. Pese el paso de los siglos, se ha ido manteniendo gracias a la custodia de sus ocho generaciones de farmacéuticos de la misma familia, y que en la actualidad sigue en activo conservando la tradición de otros tiempos.
Mantiene una doble puerta, con la parte superior acristalada a modo de ventana, que permite la dispensación de la manera más tradicional a través de ella. Unos profesionales que apuestan por "estar cerca de sus clientes", pudiendo ofrecer un buen servicio y que se llene de “buenos consejos con B de Botica”.