Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz 2017, ha advertido este miércoles en Burgos de que el mundo se encuentra ante "el riesgo más alto de la historia" de que empiece una "guerra nuclear a gran escala". Unas declaraciones que se enmarcan dentro de la conferencia que se ha celebrado en el Aula Magna de la Universidad de Burgos: 'El desarme nuclear humanitario: un imperativo global urgente y posible'.
El copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear y activista contra las armas nucleares, ganador del Premio Nobel de la Paz en 1985 y 2017 y directivo de la Campaña Internacional para abolir las Armas Nucleares ha añadido que de las 12.000 armas nucleares que existen en el globo terráqueo, en torno a 1.800 están en "alerta máxima", es decir, que se encuentran "apuntando a ciudades listas para ser detonadas en minutos", según ha alertado en declaraciones recogidas por la agencia Ical.
Por todo ello, ha calificado la situación de "bastante preocupante", al mismo tiempo que ha matizado que en caso de "salir ilesos" de todo esto, la situación debe "conducirnos al desarme nuclear". Ahora bien, ha querido destacar que "si hay algo bueno de todo esto", es que la gente está "abriendo los ojos" sobre lo que supone "tener armas nucleares".
Umaña cree que la crisis actual "no es algo casual" y que no es "porque Putin sea una persona particular", sino que es la "consecuencia lógica" de lo que implica "la tenencia" de estas armas.
El Nobel de la Paz lleva centrando su trabajo desde 2013 en hacer campañas de concienciación sobre el impacto humanitario que suponen estas armas nucleares para tener el apoyo político y social de cara al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. Para ello, ha trabajado con gobiernos, incluso siendo partícipe de la delegación costarricense, en diferentes conferencias gubernamentales en relación con esta cuestión. Igualmente ha organizado jornadas regionales y mesas redondas con activistas, redes regionales de organizaciones por la paz y políticos.
El activista ha resaltado que el se "está avanzando" en el tratado, al mismo tiempo que ha recordado que "se convirtió en ley internacional el pasado año". En este sentido, ha remarcado que "es posible" ese desarme nuclear, aunque ha reconocido que es un camino que "requiere mucho esfuerzo". Además, ha avisado de que es la "única opción compatible con la vida en la tierra". Por último, ha aclarado que o se consigue "el fin de las armas nucleares" o será "nuestro fin".