Un hombre de 77 años de Miranda de Ebro fue víctima el pasado 14 de octubre de una estafa en la que los presuntos autores usaron la técnica del 'tocomocho', que tiene como protagonista unos falsos boletos de la ONCE premiados y una argucia para convencer a la víctima. La cantidad de dinero estafada asciende hasta los 6.000 euros.
Los hechos se remontan a la fecha anteriormente mencionada, cuando la víctima estaba paseando y se le acercó un hombre con acento gallego que parecía tener una discapacidad mental. En ese momento, le enseñó varios cupones de la ONCE al tiempo que le explicaba que estaban premiados, pero que no podía efectuar el cobro porque estaba bajo tutela de unos curas, por lo que tendría que darles el dinero a ellos.
Es en ese instante cuando se acercó el otro hombre, que afirmaba haber comprobado que los cupones estaban premiados y ofreciendo al denunciante pagar 6.000 cada uno al varón que portaba los boletos.
De esta forma, embaucaron y convencieron al denunciante, que no dudo de la veracidad de los hechos. Tras ello, acudieron a la entidad bancaria de la víctima para sacar el dinero de la cuenta, concretamente los 6.000 euros en efectivo que se habían comprometido.
Una vez subido en el vehículo de los estafadores les entregó el dinero, hasta que uno de ellos fingió encontrarse mal y le pidió a la víctima comprar una botella de agua en un establecimiento hostelero. Una vez accedido a la petición, la víctima se bajó del vehículo y los estafadores aprovecharon para marcharse llevándose el dinero.
Seguidamente se inició la investigación pertinte, que se antojaba complicada porque este tipo de estafadores se mueven por todo el territorio nacional. Se conoció, además, que estos mismos hombres trataron de estafar a otro vecino ese mismo día, pero acabaron desistiendo justo en el último momento.
Gracias a las cámaras de seguridad, consiguieron identificar plenamente a los dos hombres, siendo además reconocidas por las víctimas. Estos autores cuentan con múltiples antecendentes por delitos muy parecidos en diferentes lugares de España, por lo que mantienen una orden de búsqueda y detención activa.