Burgos alberga impresionantes espacios naturales para perderse y disfrutar de la magia de la naturaleza. Caminar entre ciervos, ardillas y zorros mientras atraviesas los increíbles pinos, encinas o robles que hay en los bosques de la provincia es una de las maravillas del mundo. 

Alfombras de hoja marrón. Abrazar el haya más famosa de Burgos, salpicada por el agua del río Urbión. Disfrutar del aire puro mientras paseas entre los árboles que ofrecen un colorido natural inmejorable. En definitiva, experimentar el núcleo de Burgos es una de las actividades que no puedes dejar escapar. Hay cinco bosques que son imprescindibles y todo un espectáculo visual.

El primero de ellos es el Ayedo en Santa Cruz del Valle Urbión. El pico más alto de la provincia está aquí, se llama San Millán. La estampa es inmejorable. Cuenta con un valle que va dibujando el río. También se puede ver el hayedo más exótico de la provincia, interrumpido por arroyos y barrancos que deslizan desde la Sierra de La Demanda. Hay diversas rutas: la de la Cascada de Altuzarra con saltos de agua o la de Enrique del Rivero. 

Por otro lado, también destaca el Hayedo de Urrez, que se ubica a solo media hora de la ciudad burgalesa. La Sierra de la Demanda está abarrotada de pinos y también se encuentra muy próximo el hayedo de Urrez, un pueblo que invita a subir hacia un bosque delicado y romántico con la decadencia del otoño.

El Nueva York de los bosques, así es San Zadornil. Grandes avenidas de naturaleza, perfilados por rascacielos de troncos infinitos. Un espacio inigualable. El Parque Natural de los Montes Orbaneses es todo un viaje sensorial para descubrir a pie o a bicicleta. No hay ninguna pérdida ya que están señalizadas tantos las rutas como las especies que viven en este increíble espacio natural. También se pueden atravesar los bosques de Artzena hacia Villafría de San Zadornil y los senderos que te dirigen a Revillanos. La cima ofrece unas vistas inesperadas y un lugar de descanso mientras observas los castaños. 

Los bosques de Obécuri y Bajauri se ubican en el extremo suroriental del Condado de Treviño. El ligero canto de los pájaros y la ruta circular son los imprescindibles del lugar. Hay una privilegiada compañía de hayas y robles y un gran terreno con setas, ardillas y corzos.

Finalmente, el último bosque de obligada visita es Las Pisas y su cascada. En el corazón de Las Merindades se esconde un bosque encantado. Junto a la iglesia románica de Villabáscones de Bezana hay un viaje de película. Sube el curso del río por saltos de agua, puentes turísticos y piedras que ayudan a cambiar de orilla en sus tramos más bonitos.

Entre el valle de Valdeporres y Valdebezana el suelo está repleto de musgo y líquenes y a las orillas del río de la Gándara viven avellanos, acebos, robles e incluso hayas. Es un itinerario cargado de secretismo hasta el final, donde cae el agua desde un desfiladero, la llamada cascada de Las Pisas.