Los investigadores de la Universidad de Burgos han patentado un ecoadoquín fabricado mediante residuos de la industria del automóvil. En este contexto, han podido desarrollar un material de construcción a partir de los residuos aislantes que se encuentran en los techos de los vehículos. De este modo, se consigue el aprovechamiento de un residuo para poder reintroducirlo en el sector de la construcción. Una forma de seguir contribuyendo a la economía circular.
Los residuos que se obtienen de los automóviles están formados principalmente por poliuretano, aunque también tienen otros componentes como adhesivos, óxidos metálicos o restos de pintura, entre otros. La principal ventaja que ofrece este método que han desarrollado el equipo liderado por la doctora Verónica Calderón Carpintero es que no es necesaria una separación de los componentes del residuo. Por tanto, facilita de forma significativa el proceso.
El ecoadoquín cumple con la normativa vigente dado que es adecuado para su utilización en construcción e ingeniería civil. Además, este material es un 13% más ligero que el tradicional. Los investigadores de la UBU afirman que se logra mantener e incluso "mejorar" varias de las propiedades mecánicas.
La industria del automóvil y de la construcción son de las más importantes a nivel europeo y generan cerca de 20 y 14 millones de empleos. La búsqueda de métodos que permitan el aprovechamiento de los residuos generados en ambas industrias ha ido ganando una especial relevancia en los últimos años.