El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León lo ha vuelto a hacer, pero esta vez a la inversa. Se trata del segundo caso que el alto tribunal de la Comunidad revoca una sentencia de una Audiencia Provincial con respecto a la ley del 'solo sí es sí'. Sin embargo, al contrario de lo que pasó en Zamora, donde el máximo órgano judicial de Castilla y León decidió rebajar la pena de un violador cuando en primera instancia se estimó que no procedía la revisión, esta vez en Burgos ha sido a la inversa, ya que tras estudiar el caso el TSJCyL ha vuelto a elevar a la pena a 10 años de prisión, frente a los nueve que le habían impuesto en aplicación de la ley impulsada por Irene Montero.
La Audiencia Provincial de Burgos en su sentencia decidió rebajar la pena de 10 años que se le impuso en aplicación del anterior Código Penal a nueve años, ya que entendió que tras la entrada en vigor de la ley del 'solo sí es sí' esta era más favorable para el reo.
Sin embargo, en el auto del TSJCyL, al que ha tenido acceso este medio de comunicación, han revocado esta decisión tras la presentación de un recurso de apelación por parte de la acusación particular.
Y es que el alto tribunal de Castilla y León entiende que la pena anteriormente impuesta se encuentra dentro de la horquilla con la aplicación de la ley del 'solo sí es sí', y al no tratarse de la pena mínima no procedería la revisión de la misma.
"Cómo te dejan salir sola de casa"
Este hombre, de origen rumano, fue condenado en primera instancia en 2018 por los delitos de agresión sexual con introducción de miembros corporales y otro de lesiones leves. El condenado abordó a la víctima en Burgos, donde la dijo que "cómo te dejan salir sola de casa" y "dame dos beses", todo ello mientras le tocaba el culo en varias ocasiones.
Después de que la víctima, de 44 años, se negase y le advirtiese de que no se pasase, el condenado le agarró la cara mientras se la lamía y la agarraba fuertemente para llevarla a un descampado próximo. Ante la resistencia de la mujer, el acusado la tiró al suelo, colocándose encima de ella y rasgándole los pantys para introducirle los dedos en el ano.
Tras varios minutos llevando estos actos y ante los gritos de la víctima, varios vecinos, que increparon al violador que acabó huyendo del lugar. Como consecuencia de ello, la víctima sufrió distintas heridas a consecuencia de la agresión sexual.