Un hombre que acudió a la comisaría de la Policía Nacional de Burgos para denunciar a su expareja por no dejarle coger unos efectos personales que tenía en su casa ha acabado finalmente detenido, acusado de un presunto delito de quebrantamiento de condena.

Y es que el arrestado había accedido al domicilio que había compartido con la mujer en Burgos, usando el juego de llaves que conservaba, a pesar de la orden de alejamiento que estaba en vigor y le prohibía acercarse a su expareja.

En el momento que accedió a la zona del merendero, donde, según explicó, tenía unos efectos personales y material de trabajo, fue sorprendido por su expareja, que le exigió que abandonase la vivienda.

Ante la negativa de la mujer de que no se llevase nada, él acudió a dependencias policiales para interponer una denuncia contra ella. Sin embargo, el policía que estaba recogiendo sus manifestaciones interrumpió la diligencia para informarle de que estaba detenido por el presunto delito anteriormente mencionado.

Y es que el agente comprobó que desde febrero sopesaba sobre el hombre una orden de alejamiento que le impedía acercarse a la mujer de forma expresa a una distancia inferior a 100 metros.